Investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) San Pedro presentaron
"Pionero INTA", una nueva variedad de nectarina que marca un hito en la fruticultura nacional al poseer una aptitud de conservación superior a los
47 días, cualidad que permite su transporte marítimo a destinos internacionales sin perder calidad.
La nueva variedad, que ya se encuentra registrada y lista para ser licenciada, se diferencia fundamentalmente por su resistencia poscosecha. A diferencia de las variedades convencionales, Pionero INTA soporta condiciones de refrigeración prolongadas sin manifestar síntomas de decaimiento interno.
Gerardo Sánchez, creador de la variedad e investigador del INTA San Pedro, destacó la importancia estratégica de este desarrollo: “Desde el punto de vista productivo, supera las barreras fisiológicas que impiden a la gran mayoría de las variedades de este cultivo perecedero alcanzar mercados lejanos mediante transporte marítimo”.
En esa línea,
Gabriel Valentini —también creador de la variedad e investigador de la misma unidad— explicó las limitaciones actuales del mercado: “Los durazneros y las nectarinas son frutos perecederos que deben ser refrigerados a 0 grados para alargar su conservación. Sin embargo, rara vez pueden conservarse en frío más de 14 días manteniendo una calidad aceptable”.
La extensa vida útil de Pionero INTA abre la puerta a mercados del hemisferio norte, como Europa o Estados Unidos, aprovechando la ventana de contraestación. “Por la estacionalidad del duraznero, durante la época de cosecha en nuestro país, en el hemisferio norte no hay oferta de frutos, por lo que representa un potencial mercado”, indicó Sánchez.
Asimismo, el investigador agregó que, debido a este diferencial competitivo, el cultivar podría ser demandado por otras regiones productoras que buscan exportar entre hemisferios, tales como Brasil, Perú y Chile.
Características técnicas y manejo
Desde el organismo técnico señalaron que el manejo de esta variedad no difiere del estándar utilizado para otras de la misma época, ofreciendo la ventaja adicional de la poscosecha sin costos extras de producción.
El fruto presenta pulpa amarilla y carozo prisco, con un sabor ácido, un pH de 3,58 y un contenido de sólidos solubles de 13,8 °Brix. Visualmente, posee una epidermis con un 70% de cobertura de color rojo opaco y un peso promedio de 140 gramos.
En cuanto a su comportamiento agronómico en la zona de San Pedro:
Cosecha: Entre el 10 y el 20 de noviembre.
Floración: Temprana, por sus requerimientos de frío, lo que la hace apta también para zonas más cálidas del país.
Rendimiento: Se estima entre 12 y 13 toneladas por hectárea en plantación tradicional.
Valentini detalló que “las proyecciones del potencial de rendimiento en el clima futuro para la región indican rendimientos acordes a variedades tempranas” y añadió que el organismo puede analizar la adaptabilidad de la variedad a otras zonas productivas mediante "proyecciones de comportamiento mediante inteligencia artificial".