Una mujer lesionada al intentar mediar en una pelea entre su pareja y su hijo: secuestran armas

  Un joven de 25 años y su padre, de 57, fueron aprehendidos ayer por la Policía luego de agredirse físicamente en estado de ebriedad en una vivienda de la calle 62 al 1000 de esta ciudad. En el incidente también resultó lesionada una mujer de 47 años, madre del joven y esposa del hombre mayor, quien intentó separarlos. Según informaron fuentes policiales, los efectivos acudieron al lugar tras un llamado al 911. Al arribar, la mujer manifestó temer por su integridad física y entregó de manera voluntaria un pistolón de dos caños yuxtapuestos calibre 14 con empuñadura de madera y una escopeta de un solo caño "Tiro a Tiro" calibre 16 con culata de madera, junto con una caja completa de cartuchos intactos del mismo calibre.

Robaron dos casas linderas en menos de 48 horas

Un segundo robo en menos de dos días se registró en la cuadra de Moisés Novillo al 800.
El viernes, delincuentes forzaron una puerta trasera de la vivienda de Moisés Novillo 825, llevándose un televisor, un home theater y una computadora.
Anoche, los habitantes de la casa contígua (Moisés Novillo 835) se encontraron con la misma sorpresa.

Eugenia, la damnificada, explicó a "Equipo de Radio": "En la tarde noche de ayer, volvimos a las 20.15 después de estar gran parte del dìa afuera. Cuando abro la puerta, la perra que siempre está en el patio estaba adentro, desesperada. Al asomarme, veo la luz del dormitorio prendida, con toda la ropa tirada, la puerta del patio abierta y un palo tirado adentro".
Los ladrones se llevaron tres pares de zapatillas, una mochila, ropa, una consola de juegos y dinero en efectivo. Sin embargo, dejaron otros elementos de valor, como el televisor. Eugenia cree que se vieron sorprendidos por alguna situación que los obligó a dejar el lugar rápidamente.
Vecinos de la zona advirtieron que en ese sector de la ciudad se dieron decenas de hechos en los últimos tiempos. Muchos no fueron denunciados. Otros no aparecieron en las crónicas policiales. Atribuyen el crecimiento de la inseguridad a la presencia de delincuentes que se reúnen en algunas casas de la zona, tomadas como aguantaderos. En tal sentido, apuntan a un condenado con prisión domiciliaria.