Un detenido por robar un microondas de una vivienda

 Un hombre de 23 años fue detenido, acusado de hurto agravado por escalamiento , luego de robar un microondas de una vivienda. La aprehensión se logró tras un operativo cerrojo en las inmediaciones de las calles B. Sampedrinas y Miguel Auli bis. El hecho se desencadenó a raíz de un alerta policial. En su intento de fuga, el delincuente de "frondoso prontuario" descartó el electrodoméstico que había sustraído momentos antes. La investigación estableció que el sujeto había ingresado a la casa de una mujer de 50 años trepando por un tapial.

Manu Chao y Ciro en el Mastai: unidos y organizados (Humphrey Inzillo para Rolling Stone)

Foto y texto www.rollingstone.com.ar
Caen las primeras gotas de una lluvia que parece una bendición y Manu Chao, bravo, se golpea el pecho con el micrófono y, desafiante, marca el ritmo con los latidos de su corazón. Ya preguntó "¿Qué pasa por la calle?", ya citó al Gato Pérez con su mantra "se fuerza la máquina", ya invitó al escenario a referentes regionales de la lucha contra la mega-minería a cielo abierto y a su show de hits entrelazados, montados sobre la potente base rítimica de sus los eternos compañeros de la Mano Negra, Gambeat (bajo) y Garbancito (batería), junto a Madjid Fahem, rumbista todoterreno, todavía le queda una hora y media. Podrá ser previsible, pero nunca deja de ser conmovedor ver la entrega, la energía y la dulzura combativa de Manu Chao, cuya obra parece inspirada en la emblemática frase del Che Guevara: "Hay que endurecerse, pero sin perder la ternura".


Es el final épico de una jornada inolvidable que encuentra en su nombre, Mastai (del mapuche, "encuentro de gente de los cuatro puntos cardinales"), una lógica no sólo en la dinámica apacible de esas 40 mil personas, que llegaron a San Pedro desde Buenos Aires y desde Rosario, desde Mendoza y desde la Banda Oriental del Río de la Plata, sino también en sus artistas. Es que Mastai (el festival), funciona con una coherencia estética que trasciende sponsors (aquí inexistentes) y que parece interconectar a cada una de sus atracciones.

Sin solución de continuidad, hay un entramado estético que conecta a la dulce bienvenida del grupo de reggae local Viento Rítmico con los ritmos del mundo que aportan los brasileños de Mombojo, la poderosa fanfarria belga Orchestre Internacional du Vetex y los tambores chilingos. Y, a su vez, la energía punk de Jauría (con una notable performance vocal de Ciro Pertusi) y de La Vela Puerca (su set se elevó a partir del arrorró cannábico "Mi semilla"), con la sensibilidad del ex Piojos Micky Rodríguez y su nuevo grupo La Que Faltaba (su set incluyó "Fijate", siempre emotiva) con el reggae dulce y potente de Nonpalidece, y el rock potente y ajustado de Andrés Ciro, que junto a Los Persas, presentó algunas canciones del flamante 27 y fue una suerte de cerebro y anfitrión de Mastai.

Pero tal vez la clave para entender el espíritu del encuentro sea ese final del set de Rally Barrionuevo, que entre chacareras, cuela su versión uptempo de "Hasta siempre" (Carlos Puebla) y en "Oye Marcos" invita al Subcomandante Marcos a Santiago del Estero. Ese podría ser el próximo Mastai.