Continúa la búsqueda del auto robado a un taxista en un asalto tipo "piraña" (Video)

  Un taxista de la Plaza Belgrano fue víctima de un violento robo en la madrugada del domingo, a las 00:15 horas, cuando tres delincuentes armados lo abordaron en calle Las Heras al 800 y le sustrajeron su automóvil Fiat Cronos, dominio AE720TQ. El hecho ocurrió en el momento en que un pasajero se disponía a subir al vehículo. Según el relato de la víctima, los asaltantes, que se encontraban ocultos, aprovecharon el instante en que el pasajero ascendía a la parte trasera del rodado para abordar al chofer y amenazarlo con un arma, obligándolo a entregar el vehículo. Imágenes de cámaras de seguridad de la zona confirman la mecánica del robo.

La vacuna contra la hepatitis B ya está disponible para la población adulta

El Ministerio de Salud anunció que, desde este viernes, están disponibles las vacunas contra la hepatitis B para la población adulta en los 2.000 vacunatorios públicos de la Provincia de Buenos Aires. 
 La cartera sanitaria notificó que ya se distribuyeron más de 300.000 dosis para su aplicación en adultos, y recordó que la inmunización previene el virus B de la hepatitis, causa de cirrosis, cáncer y trasplantes de hígado. 

 Antes, la vacuna sólo era gratuita para el recién nacido, con un refuerzo a los 2 y 6 meses, o bien para los chicos de 11 años con dos refuerzos, uno al mes de la primera dosis y otro a los 6 meses. 
 Se estima que en el país cerca de 1.000.000 de personas se encuentran afectadas por los virus B y C de la hepatitis. Sin embargo, cerca de la mitad desconoce su condición, porque en las primeras etapas no dan síntomas. 
 Ambas hepatitis se contraen del mismo modo que el VIH, por relaciones sexuales sin preservativo y contacto con la sangre de una persona infectada. 
En el caso de la B el riesgo de contagio es mucho mayor porque se trata de un virus 100 veces más infeccioso que el virus del Sida. 
 Los expertos insisten en que, sin vacunación, uno de los grandes desafíos que plantean las hepatitis es el diagnóstico, porque los infectados pueden vivir durante décadas con la enfermedad sin tener síntomas específicos. 
 A veces, lo único que experimentan es una sensación de cansancio que ni ellos ni los médicos asocian con las hepatitis. 
Esto provoca que la mayor parte de los pacientes lleguen a la consulta médica recién cuando ya tienen gravemente afectado el hígado, es decir, con cirrosis, cáncer hepático y la necesidad de un trasplante.