Cruz Roja suspende desde el viernes alojamientos aunque continúa con cenas para personas en situación de calle

  La filial de la Cruz Roja Argentina en San Pedro anunció cambios significativos en sus servicios a partir de este viernes, al dejar de operar en estado de emergencia. Esta modificación implica la suspensión del servicio de alojamiento por fríos extremos y la interrupción de la provisión de vestimenta. Según un comunicado de prensa emitido por la entidad, la decisión se toma una vez superado el período más crítico de bajas temperaturas. No obstante, la Cruz Roja San Pedro mantendrá la cena diaria de lunes a viernes hasta finales de julio , un servicio fundamental para las personas en situación de calle. La organización expresó un profundo agradecimiento a toda la comunidad que brindó su apoyo durante el período de emergencia, así como a sus voluntarios y personal por la "dedicación y esfuerzo" demostrados. También destacaron la importancia de las donaciones recibidas, que "han permitido seguir adelante con nuestro trabajo". En este sentido, la Cruz Roja San Pedr...

Por los servicios prestados (Abelardo Castillo para el suplemento literario de Página/12)

Pastoseco existió, o por lo menos existió su apodo. Hizo el servicio militar en Zapala o en Cobunco, tal vez el mismo año en que yo lo hacía en Olavarría.
Me habló de él un amigo mío, que lo tuvo de compañero y que me contó la historia del atadito de pasto en los borceguíes. El empozamiento de un oficial y un soldado durante una tormenta de nieve también fue un hecho real, o uno de esos hechos que llamamos reales, sólo que ocurrió con otros protagonistas.

Como sea, lo único que ahora me parece verídico es lo que nunca sucedió, lo que inventé en mi cuento. Lo demás ya lo escribí en el postfacio a Las maquinarias de la noche. “Por los servicios prestados” se publicó en 1979, en la revista El ornitorrinco, como una velada provocación, como una especie de homenaje inverso a la conmemoración militar por la Campaña del Desierto.
Hoy –también ya lo dije– preferiría que se leyera sencillamente como un cuento. Lo que me interesa de una ficción es su verdad poética, no su intención moral; lo que a mí me importa de “Por los servicios prestados” es que su desenlace –seguramente previsto por el lector– deja intactos a los dos personajes.