Mapa de arsénico en el agua: San Pedro en alerta moderado

La presencia natural de arsénico en el agua subterránea continúa siendo una preocupación sanitaria en vastas zonas de la provincia de Buenos Aires. Si bien muchos distritos registran niveles críticos, en el partido de San Pedro se mantiene la alerta moderada, lo que exige un monitoreo constante para garantizar la salud de sus habitantes. Según el último relevamiento del "Mapa de Arsénico en Argentina" elaborado por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), San Pedro se ubica en la denominada "franja amarilla" , con concentraciones de arsénico que oscilan entre 10 y 50 microgramos por litro (partes por billón) . Este rango, aunque se encuentra dentro del límite máximo permitido por el Código Alimentario Argentino (50 µg/L), supera la recomendación de 10 µg/L de la Organización Mundial de la Salud (OMS) .

El conductor del auto secuestrado en un operativo denuncia malos tratos

Oscar Bouzada, conductor del automóvil que fue secuestrado el jueves pasado en un control de tránsito realizado en Ruta 1001 y Avenida Sarmiento, confirmó que recurrirá a la Justicia por considerar que se produjo un abuso en algunas de las autoridades intervinientes.
“Presenté toda la documentación del automóvil, y lo único que me faltaba era la cédula del seguro, que estaba vigente desde Febrero, pero no tenía en mi poder la tarjeta para verificarlo” indicó Bouzada a través de APA Radio San Pedro.
Durante el control, se mencionó que se trataba de un remisero “trucho”. El conductor aclaró que “una de las inspectoras insistía en que yo era remisero, pero nunca en mi vida llevé gente en el auto y todo el mundo sabe que yo me dediqué siempre al rubro de frigorífico y carnicería”. En el mismo sentido, agregó que “en el momento del operativo llevaba en el asiento de atrás unas camperas, documentación, pedidos de mi trabajo y hasta un bidón de agua porque el motor tiene problemas de temperatura”.
Si bien reconoció que “los dos primeros policías que estaban ahí me trataron muy bien” sostuvo que “después aparecieron dos móviles con siete efectivos, y cinco se metieron arriba del auto, me tomaron del cuello, de los brazos y me esposaron como a un delincuente”.
Bouzada dijo que “en la comisaría no me dejaban comunicarme con mi hija, que me buscaba por todos lados y sufrió un desmayo porque no me encontraba. Ella y varios amigos llamaron a la comisaría y le negaron que yo estuviera ahí, hasta que pude hablar con mi hija por un Nextel que me pusieron a dos metros de la ventana del calabozo”. El conductor informó que luego de concurrir al Juzgado de Faltas, presentó el comprobante del seguro, pagó la multa y se le restituyó el vehículo el sábado.