Mientras los profesionales y técnicos del Hospital Garrahan denuncian el cierre de salas y la "destrucción" del centro asistencial pediátrico más prestigioso de Latinoamérica, se suceden los testimonios de familiares de niños y niñas de todo el país que agradecen la labor de los trabajadores.
La experiencia de Natalia Orequi, madre de Juana, una niña de 4 años de San Pedro, ilustra la vital importancia de este hospital, donde su hija fue sometida a una compleja intervención que le salvó la vida.
Su conmovedor testimonio, compartido a través de redes sociales, pone de relieve la dedicación incansable del personal en un contexto de creciente precariedad.
"Hace 2 años de casualidad y milagrosamente presentó un 'ruido' al ser auscultada por su pediatra de cabecera", escribió Natalia. Un ecodoppler y una internación urgente revelaron una "hipertensión feroz", alcanzando los 220 mmHg cuando una niña de su edad debería tener entre 90 y 100.
Tras un fin de semana internada en San Pedro, Juana fue trasladada al Hospital Gutiérrez en la Ciudad de Buenos Aires el 27 de mayo de 2023. Después de más de un mes de estudios, el diagnóstico fue una "coartación de aorta media", una condición "muy poco frecuente, no por la coartación en sí, sino por el lugar donde se presentaba (entre el corazón y los riñones)". La única solución era quirúrgica, pero el Gutiérrez no contaba con la complejidad necesaria para la operación, que requería "especialistas cardiovasculares, nefrólogos y urólogos cirujanos".
En septiembre de 2024, la familia llegó al Garrahan, derivada desde el Gutiérrez. "Nos recibieron dos doctores muy jóvenes en cirugía cardiovascular y nos explicaron muy pacientemente (y con dibujito de por medio) la complejidad de la operación", relató Natalia. La noticia fue un "balde de agua helada": la situación era "mucho peor de lo que imaginábamos" y existía la posibilidad de que Juana "no saliera con vida de la intervención".
Siete horas que definieron una vida: la cirugía y la entrega del personal
Finalmente, el miércoles 14 de mayo, Juana entró a quirófano. "Luego de 7 hs. Salió el mismo doctor que nos había explicado de los riesgos de la operación a decirnos que nos quedemos tranquilos que había salido todo bien y estaban muy conformes con el resultado", compartió aliviada Natalia. La intervención fue sumamente compleja: "Le hicieron de todo, le sacaron un riñón, le reimplantaron el otro, le corrieron el vaso de lugar, le cortaron una parte de la aorta y le pusieron un parche, le limpiaron las arterias". Diez días después, Juana recibió el alta y hoy, 30 de mayo, lleva una semana recuperándose en su hogar en San Pedro.
La experiencia vivida en el Garrahan llevó a Natalia a reflexionar sobre la crisis actual del hospital. "Este relato viene a colación de lo que está pasando en el hospital Garrahan. Y es parte de nuestro testimonio. Les debemos ni más ni menos, la vida de nuestra hija", afirmó.
Natalia destacó la "labor inmensa" de los residentes: "Vimos con nuestros propios ojos la labor inmensa que hacen los residentes día a día. Son los que están ahí, en jornadas interminables, poniéndole el cuerpo a situaciones extremas, de vida o muerte, dónde no hay margen de error. Muchas veces sin dormir, sin comer y con sueldos que son una burla".
La madre de Juana hizo un llamado a la sociedad. "De este gobierno sinceramente, no espero nada. Pero sí de la sociedad. El Garrahan atiende a cientos de chicos todos los días, de todos los puntos del país. Es un emblema y un orgullo nacional. Sinónimo de prestigio, de dedicación. Es el lugar que vas a querer que 'caigan' tus hijos si tienen un problema de salud. No permitamos que lo vayan destruyendo de a poco", concluyó Natalia, sintetizando el sentir de miles de familias que encontraron en el Garrahan una esperanza en los momentos más difíciles.
Cómo sigue el conflicto
Norma Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan, afirmó que "hay dos salas del hospital que se cerraron por la falta de resolver los problemas que tiene el Gobierno", y advirtió que desde el gobierno nacional buscan "destruir el hospital". Lezana remarcó la situación crítica que atraviesa el nosocomio tras la renuncia de más de 200 trabajadores que no han sido reemplazados, generando una grave escasez de personal en áreas clave. "Necesitamos farmacéuticos, bioquímicos y médicos", enfatizó, a pesar de un reciente anuncio de aumento salarial para residentes que aún no ha sido oficializado.