Un equipo del Museo Paleontológico de San Pedro descubrió una pequeña vértebra fosilizada perteneciente a un pez del género
Synbranchus, popularmente conocido como "anguila", con una antigüedad estimada en 200.000 años. El hallazgo se produjo a unos ocho kilómetros de la ciudad de San Pedro, en el sector conocido como Campo Spósito, zona de Bajo del Tala.
La pieza fue identificada por José Luis Aguilar, director del museo, durante una jornada de prospección en el lecho de un antiguo río prehistórico que está siendo investigado por el equipo integrado también por Jorge Martínez y Walter Parra, junto a los colaboradores Manuel Sánchez y Juan Cabrera.
Si bien los peces del género
Synbranchus no son anguilas verdaderas, su cuerpo alargado y hábitos nocturnos en arroyos y pantanos de agua dulce hacen que se los denomine de esa manera.
"Cuando vimos la pequeña pieza fosilizada, nos entusiasmamos porque sabemos que los restos de peces fósiles en la región pampeana son muy escasos, por lo tanto, los registros son incompletos", destacó Aguilar. "De hecho, del género Synbranchus, al que pertenecen estos peces existen escasos antecedentes fósiles. Y por otro lado, este nuevo registro nos permite seguir conociendo habitantes de ese ecosistema prehistórico en el cual convivieron perezosos gigantes, grandes armadillos acorazados, mastodontes, caballos fósiles, macrauchenias y tantos otros mamíferos de los que el equipo del museo ha venido descubriendo restos".
Este hallazgo representa el tercer tipo de pez encontrado en el yacimiento de Campo Spósito, donde previamente se habían identificado restos de bagres y armados. "Cada eslabón, cada género que se suma, permite recrear con mayor fidelidad las condiciones de aquel ecosistema y conocer mejor a quiénes lo habitaban", explicó el director del museo.
Para la clasificación del ejemplar, el equipo de San Pedro contó con la colaboración del especialista Sergio Bogan, Curador Asociado de la División Ictiología del Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia” (MACN-CONICET).
Bogan señaló que “es un hallazgo muy interesante porque suma un componente previamente no registrado en este sitio y genera expectativas de que sigan apareciendo otros restos de peces, los cuales siempre son poco frecuentes. Si bien estos peces han sido registrados en otros sitios Pleistocenos de la provincia, estos antecedentes son escasos. Hay algunos fósiles del río Quequén Salado, el río Luján y en el Reconquista".
En cuanto al tamaño del ejemplar, Bogan estimó que, basándose en las dimensiones de la vértebra, el pez podría haber alcanzado una longitud de aproximadamente 1.20 metros, aunque aclaró que esta es una inferencia aproximada dada la dificultad de establecer un tamaño preciso con un único elemento fósil.