Mapa de arsénico en el agua: San Pedro en alerta moderado

La presencia natural de arsénico en el agua subterránea continúa siendo una preocupación sanitaria en vastas zonas de la provincia de Buenos Aires. Si bien muchos distritos registran niveles críticos, en el partido de San Pedro se mantiene la alerta moderada, lo que exige un monitoreo constante para garantizar la salud de sus habitantes. Según el último relevamiento del "Mapa de Arsénico en Argentina" elaborado por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), San Pedro se ubica en la denominada "franja amarilla" , con concentraciones de arsénico que oscilan entre 10 y 50 microgramos por litro (partes por billón) . Este rango, aunque se encuentra dentro del límite máximo permitido por el Código Alimentario Argentino (50 µg/L), supera la recomendación de 10 µg/L de la Organización Mundial de la Salud (OMS) .

Cedieron una piedra de boleadora a la colección del Museo Paleontológico


El Museo Paleontológico recibió un objeto vinculado a antiguos pobladores de nuestra zona. Se trata de una bola de boleadora, fabricada en granito de color gris, de 6,5 centímetros de diámetro y 410 gramos de peso, fue cedida por la señora Marina Maino, vecina de nuestra localidad.

Esta pieza fue hallada hace muchos años en un sector cercano a Río Tala, donde la familia Langlois, a la cual pertenece la señora Marina, poseía un establecimiento rural.

Estos elementos, con los que se fabricaban las boleadoras que luego eran utilizadas para la caza de animales en la zona, suelen aparecer en los campos ya que, en repetidas ocasiones, ante un disparo fallido, solían perderse en los pastizales.

Las bolas como ésta, elaboradas con piedras graníticas, señalan una intensa actividad de intercambio con otros grupos humanos que vivían a cientos de kilómetros de distancia, ya que en San Pedro no existe este tipo de roca.

Sin dudas estas piedras, como materia prima para la elaboración de armas arrojadizas, eran muy apreciadas por los pueblos ribereños que, a su vez, poseían abundancia de otros bienes de intercambio como, por ejemplo, la carne de pescado, ciervo, carpincho y otros animales abundantes en nuestra zona.