Horacio Astorga, uno de los trabajadores reprimidos, relató: "Salimos a hacer la protesta a la calle y fuimos al sindicato a pedirle la renuncia a Luis Pérez. Nos mandaron los gendarmes a reprimir, estábamos con nuestras familias, con los chicos. Había tres jefes de la policía que bajaron de San Nicolás. La policía del destacamento se manejó de la mejor manera, pero después pasaron cosas. Cortaron las luces del pueblo y salieron con un reflector, y al que encontraban, te apuntaban con el reflector y se había vuelto una cacería de laburantes como si fueran animales".
La situación continuó durante varias horas: "En la indignación nos enfrentamos a la policía hasta las 4 de la mañana, pero empezaron a llegar combis y a eso de las 2 de la tarde se hizo una marcha por la avenida y al pasar por la comisaría lo primero que hicieron fue disparar con balas de goma y gases. Fue dinero lo que pasaron a la policía para que reprimiera".
Por su parte, Luis Pérez, el cuestionado titular del gremio, dio su versión en medios locales: “Es algo muy lamentable para todo el pueblo lo que sucedió. Yo vivo hace 60 años acá y nunca se vio algo así. Todo empezó en el sindicato alrededor de la media noche, donde nos tuvieron de rehén. Esta gente rompió la cerradura de la puerta y alrededor de las dos de la madrugada tuvimos que llamar a la fuerza de seguridad pidiendo refuerzos ya que estábamos muy asustados y no sabíamos que iba a pasar. Una vez que llegaron los refuerzos sacaron a las personas de una manera muy lamentable, pero la fuerza de seguridad no tuvo opción. Cuando lograron sacarnos y pude llegar a mi hogar aparecieron unos vándalos, nos tiraron piedras, ingresaron a mi casa y rompieron todo. Tardó un poco en llegar la policía, y con este triste final quedaron algunas personas imputadas en la fiscalía de San Nicolás”.
