Dos adolescentes detenidos al intentar escapar de un control: uno de ellos llevaba una réplica de un arma

  Dos jóvenes de 13 y 17 años fueron aprehendidos en la madrugada de hoy en San Pedro, tras una persecución y posterior resistencia a la autoridad. El incidente ocurrió en la intersección de Avenida 3 de Febrero y calle Pellegrini, cuando personal policial que realizaba tareas de prevención intentó interceptar a los adolescentes. Según informaron fuentes policiales, los dos jóvenes se desplazaban junto a un tercer participante de 16 años, conocido en el ámbito delictivo local, quien logró darse a la fuga rápidamente al advertir la presencia policial. Al ser abordados, los menores restantes adoptaron una actitud hostil, resistiéndose al accionar del personal interviniente e intentando evadir el procedimiento.

Familia de Crespién pide investigar su muerte

Destacamento policial de Santa Lucía
La familia de Juan Carlos Crespién reclamó públicamente que la causa no se cierre con la hipótesis de suicidio, y que se sigan investigando las características de su muerte.
La primera información adjuntada a la causa indica que Crespién se quitó la vida disparándose con el arma de su pareja, una agente de la policía, luego de una discusión en la casa en la que ambos vivían, en Santa Lucía.

"Queremos saber lo que pasó, por qué me ocultaron información, y no me avisaron que a mi hijo le pasó eso" dijo Juan Domingo, su padre, en declaraciones a "Somos Noticias".
"De las pericias no sabemos nada, las tiene Gendarmería y la causa está a cargo de la Dra. Viviana Ramos" explicó Crespién.
"Estamos con dudas, no puedo llegar a entender lo que pasó, no acuso a nadie, pero quiero que se investigue bien. Primero nos dijeron que tenía un disparo de derecha a izquierda y después que era de izquierda a derecha. Y él es diestro..." reflexionó.
Margarita, la madre de la víctima, remarcó: "Hicieron cosas que no tenían que hacer. Lo trajeron, no nos dejaron ver. Nosotros estamos muy mal y no dormimos tranquilos, pensando. Nosotros nos enteramos por los medios. No nos avisaron, ni nos llamaron, nada. Ni a los padres, ni a los 9 hermanos. El deber de ella (su pareja) era, si no podía llamar, hacer llamar a la familia para ver lo que había pasado. Hasta el día de hoy ella no llamó ni nada. Siendo que cuando venía acá la tratábamos como una hija".