Pidieron 12 años de prisión para el ex Fiscal Patricio Serjal

  El ex jefe de la Fiscalía Regional de Rosario, el sampedrino  Patricio Serjal , comenzó este lunes a ser juzgado en un proceso oral y público en el que está acusado de haber brindado “cobertura judicial” al capitalista de juego clandestino Leonardo Peiti , a cambio de pagos en dólares. En la primera audiencia, los fiscales Marisol Fabbro, José Luis Caterina y María de los Ángeles Granato acusaron a Serjal como organizador y a su colaborador Nelson Ugolini como miembro de una asociación ilícita. Según la acusación, ambos se beneficiaron con sobornos para garantizar impunidad a Peiti en sus actividades ilegales. En la misma causa está imputado el senador provincial por San Lorenzo, Armando Traferri , señalado también como organizador de la estructura criminal, aunque aún no fue llevado a juicio. La investigación se inició en 2020 y derivó en condenas abreviadas para el ex fiscal Gustavo Ponce Asahad –considerado cómplice de la cobertura judicial– y el propio Peiti, quien...

“Estoy seguro de que tiró a matar”

Los vecinos del barrio San Francisco de Asís reclamaron que se realice de manera urgente el allanamiento que permita desarmar al tirador que ayer hirió a un niño de 7 años. 
“Son criaturas muy pequeñas, todos chiquitos, cualquiera lo vería. Tiene la maña de asustar a los chicos, disparar” explicó Gustavo. 

Además, sostuvo que los hechos de violencia se repiten desde hace tiempo: “Hace tres o cuatro años tiró con escopeta a un vecino y le agujereó la puerta con la escopeta. Hace poco baleó a un chico de 16 años en una pierna. Es un peligro para los chicos. Yo tengo los chicos míos y se juntaban veinte o treinta. Los criamos libremente, los cuidamos, pero se van porque son chicos y juegan. Estaban a la orilla del descampado juntando pasto y jugando. Yo estaba con la tía del nene herido en mi comercio. Estoy seguro que le tiró a matar, y había otra persona con él”. 
La situación se repite desde hace tiempo: “Nunca vino a decirnos qué le molestaba. incluso a mi sobrino le apuntó con un revólver en la cabeza. Siempre anda armado, con la escopeta en la mano, acechando, y el problema lo tiene con los chicos”. 
Para Gustavo, no hay dudas sobre la intencionalidad del hecho: “Yo viví en la isla y conozco bien los tiros de carabina. Sé muy bien que tiró a matar, porque había un descanso de unos segundos entre cada tiro. A una nena le chifló algo por la cabeza, dijo que sintió un zumbido”.