“Fue algo muy llamativo y duro. Dos días después de que tomamos la imagen murió mi papá, así que dejamos las fotos una semana. Después de una semana las bajamos en la computadora (una netbook del Estado), vimos la imagen y nos quedamos un poco asustados” indicó.
Las opiniones fueron diversas: “Algunos dijeron que era un demonio, otros pensamos que era alguien que no estaba avisando que iba a fallecer”
La decisión, en ese momento, fue no hacer pública la foto. Pese a ello, un familiar subió la imagen a la red social Facebook, sin mucha repercusión en su momento.
Pese a que desde la Dirección de Cultura pidieron autorización para difundir la imagen, la decisión que resguardar a la familia por un tiempo.
Pasados tres años, y ante la nueva consulta del Grupo Conservacionista, finalmente la imagen salió a la luz, para viralizarse rápidamente en las redes sociales.
“La gente falta mucho el respeto a las personas que no estamos inventando nada” agregó, pidiendo respeto.
