Encontraron en Baradero el auto robado durante el asalto al vivero Santa Isabel

 Un automóvil Fiat Palio blanco, que había sido robado el pasado viernes por la noche en la zona rural del paraje La Buena Moza, fue hallado este mediodía en Baradero. El vehículo, con dominio GRP 678, fue encontrado en la intersección de la Ruta Provincial 41 y la calle Oscar Wuthrich. El hallazgo se produjo gracias a la intensificación de las tareas de búsqueda, solicitadas por la justicia y la Secretaría de Seguridad. Personal de la Policía Comunal de Baradero y de la Sub DDI San Pedro-Baradero trabajaron en conjunto para localizar el rodado, que había sido sustraído al casero del Vivero Santa Isabel.

Un juez que violó reiteradas veces a sus nietas tiene un campo de 300 hectáreas en San Pedro

La casa de los abusos
“Cada domingo, cuando recibía a su numerosa familia para el tradicional almuerzo –después de haber ido todos a misa–, el abuelo, Félix Romeo de Igarzabal, aprovechaba para estar a solas con cada una de sus nietas, en alguna habitación, para abusarlas y envolverlas en un oscuro pacto de silencio”.
Así comienza la impactante nota publicada este Domingo por Mariana Carbajal sobre el ex camarista civil condenado por la violación sistemática de sus nietas.
El dato que involucra a San Pedro, dentro de ese informe, es que de Igarzabal tiene propiedades en nuestra zona, que forman parte de la segunda demanda iniciada por las víctimas: 

“En los últimos años, el abuelo pagó la terapia psicológica de las nietas que abusó. Hasta que supo que le habían iniciado una demanda civil en la que le reclaman una indemnización por el “daño moral” y el “daño emergente” que les provocaron los abusos sexuales. Esa demanda generó una nueva reacción adversa de parte de la familia, preocupada por si les afectaría la tajada de herencia que esperaban recibir en el futuro. De Igarzabal, dicen sus nietas, es dueño de un campo de unas 300 hectáreas en la localidad bonaerense de San Pedro y una casa en Pinamar, además de la mansión de Gaspar Campos, entre otras propiedades”
El caso es emblemático porque pone al descubierto el modus operandi de los delincuentes sexuales de la alta sociedad porteña: “Esto es un secreto entre nosotros dos hasta que me muera”, les decía cada vez que las abusaba. De lunes a viernes, hasta hacía algunos años ocupaba uno de los despachos de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, custodiado por un crucifijo. Ultracatólico, integrante de una conocida y acaudalada familia judicial de San Isidro, De Igarzabal fue condenado a ocho años de prisión por aquellos hechos que se prolongaron durante siete años y dejaron heridas todavía abiertas en las vidas y en las almas de sus nietas” señala el informe.