"Viernes Verde": Destacan el compromiso comercial con el reciclaje en el centro de la ciudad

  La Dirección de Ambiente del Municipio de San Pedro, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Económico, destacó el sostenido compromiso de empresas y comercios de la ciudad que se sumaron a la iniciativa “Viernes Verde” . Esta herramienta, implementada en 2023, es clave para optimizar la Gestión de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) de la localidad. La campaña "Viernes Verde" se desarrolla en la calle Mitre y se enfoca en la separación de residuos en origen por parte del sector comercial, permitiendo el retiro coordinado de materiales reciclables cada viernes por la mañana. Esta tarea se realiza en articulación con recuperadores urbanos y la Planta Municipal de Separación y Valorización de Residuos.

Un Testimonio (por Eduardo Flores)

Enrique Ruggia, Graciela Rovini y Esteban Cuenca
Eduardo Flores, ex sacerdote, hoy residente en Brasil, dio a conocer, a través de integrantes del Foro por la Memoria, su testimonio sobre la vida de tres sampedrinos desaparecidos en la década del setenta.
En el texto que acompaña esta nota, Flores habla del “Grillo” Ruggia, Esteban Cuenca y Graciela Rovini.

"Quisiera hacer una reflexión, partiendo del recuerdo que tengo de tres de esos jóvenes sampedrinos que en el 74, 76 o 77 dieron su vida por la Patria. Me refiero al Grillo Ruggia, Esteban Cuenca y Graciela Rovini".
Los conocí cuando eran adolescentes, con 14 o 15 años. Estudiantes secundarios. Excepto a Graciela que junto con su madre y hermana fueron fundadores de la Parroquia San Pablo, en el 67, tanto a Ruggia como a Cuenca los recuerdo recorriendo el Barrio Obrero en el 70, tomando mate en ranchitos humildes o haciendo reuniones con los jóvenes del barrio.
Es el símbolo que vengo a rescatar, en nombre de la memoria histórica. ¡Eran adolescentes! Pero estaban preocupados por una llaga social, ignorada olímpicamente por la sociedad, que miraba para otro lado: Detrás del Hospital aquellas 40 casas a medio construir desde el 55, habían sido ocupadas de a poco por gente que no tenía donde vivir, y también se había formado un rancherío alrededor. Casi 200 familias, con una única canilla de agua en el medio del barrio. Ahí nomás, atrás del Hospital.
Esa situación fue la que sensibilizó a estos adolescentes, poniéndolos en contacto con una cruda realidad, despertando su conciencia social y su compromiso por transformar esa injusta realidad. Compromiso que cada uno de ellos, al igual que tantos otros, continuó viviendo por diferentes caminos, pero todos fieles a esa vocación militante de inserir lo personal en lo social, de ser actores y no meros espectadores de la Historia".