Docentes de la Secundaria 8 reclaman medidas ante los hechos de violencia

Docentes de la Escuela de Educación Secundaria N°8 de San Pedro han elevado una carta a las autoridades educativas regionales y distritales, expresando su profunda preocupación y solicitando urgente intervención ante los crecientes hechos de violencia registrados en el distrito. La misiva detalla el grave episodio ocurrido el pasado viernes 6 de junio, en el cual la madre de una alumna agredió de manera verbal y física a la directora de la institución, Profesora Romina Pascual. Este incidente, según los docentes, "no solo atentó contra la integridad de una autoridad escolar, sino que también expuso a toda la comunidad educativa a una situación de violencia inaceptable dentro del ámbito escolar".

Por los servicios prestados (Abelardo Castillo para el suplemento literario de Página/12)

Pastoseco existió, o por lo menos existió su apodo. Hizo el servicio militar en Zapala o en Cobunco, tal vez el mismo año en que yo lo hacía en Olavarría.
Me habló de él un amigo mío, que lo tuvo de compañero y que me contó la historia del atadito de pasto en los borceguíes. El empozamiento de un oficial y un soldado durante una tormenta de nieve también fue un hecho real, o uno de esos hechos que llamamos reales, sólo que ocurrió con otros protagonistas.

Como sea, lo único que ahora me parece verídico es lo que nunca sucedió, lo que inventé en mi cuento. Lo demás ya lo escribí en el postfacio a Las maquinarias de la noche. “Por los servicios prestados” se publicó en 1979, en la revista El ornitorrinco, como una velada provocación, como una especie de homenaje inverso a la conmemoración militar por la Campaña del Desierto.
Hoy –también ya lo dije– preferiría que se leyera sencillamente como un cuento. Lo que me interesa de una ficción es su verdad poética, no su intención moral; lo que a mí me importa de “Por los servicios prestados” es que su desenlace –seguramente previsto por el lector– deja intactos a los dos personajes.