Detuvieron a un joven que cumplía arresto domiciliario por tentativa de homicidio

Un joven de 21 años, que se encontraba bajo el beneficio de arresto domiciliario en el marco de una causa por homicidio agravado en grado de tentativa , fue detenido esta mañana en la ciudad de San Pedro luego de que la Justicia resolviera revocarle la medida tras verse involucrado en nuevos hechos delictivos. El operativo fue llevado a cabo por personal del Grupo de Tareas Operativas (GTO) de la Comisaría local, en cumplimiento de una manda judicial emanada del Juzgado de Garantías del Joven del Departamento Judicial San Nicolás . El allanamiento tuvo lugar en una vivienda ubicada en la calle Saavedra al 1.800 , donde el imputado permanecía recluido por un hecho ocurrido en el año 2022.

Grave incidente en la comisaría con el protagonista de un accidente de tránsito

Un violento incidente tuvo lugar ayer por la tarde en la comisaría local cuando una persona identificada como Diego Esteban Rico, de 21 años, se hizo presente en la oficina de guardia profiriendo insultos contra los efectivos y reclamando que “hicieran algo” porque le habían chocado la moto.
La actitud hostil de Rico (quien cuenta con varios antecedentes policiales) se prolongó durante varios minutos, creciendo en intensidad, obligando a la intervención del capitán Pedro Biaín, quien intentó calmarlo. En ese momento, Rico se abalanzó sobre uno de los policías intentando golpearlo, al tiempo que hacía su ingreso a la dependencia un hombre de 38 años, quien venía a denunciar a la misma persona por el accidente.
El denunciante señaló ante los policías que Rico lo había amenazado de muerte y le había arrojado piedras luego del incidente de tránsito.
Cuando los efectivos de la comisaría intentaron aprehenderlo, el joven se resistió con dureza hasta que fue reducido. En momentos en que era trasladado por el patio de la dependencia, el joven Rico rompió los vidrios del baño cortándose en su mano izquierda. Inmediatamente a continuación, comenzó a arrojar sangre sobre los uniformados, amenazándolos con que estaba infectado de HIV, hasta que pudieron trasladarlo a uno de los calabozos. Una vez en la celda continuó con las amenazas y los insultos, impidiendo que pudiera recibir asistencia para su herida. Al calmarse, el médico policial constató que presentaba una herida cortante en la mano izquierda, que no revestía mayor gravedad.