Baradero: Destruyeron 70 caños de escapes no reglamentarios secuestrados

El intendente de Baradero Esteban Sanzio participó este jueves de la destrucción de 70 caños de escape no reglamentarios que fueron secuestrados por personal de Tránsito de la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana del Municipio de Baradero.  Los caños de escape no homologados que fueron destruídos en la jornada de hoy habían sido secuestrados de motovehículos estacionados en la vía pública (en cumplimiento con la Ordenanza 4758/13) o bien en los operativos de control vehicular realizados en distintos puntos de la ciudad. En aquellos casos en que los conductores de los vehículos pudieron acreditar la propiedad sobre el mismo y colocarle el caño de escape original a la moto, la misma fue entregada, secuestrándose solo la pieza no original. 

Tras autolesionarse, el policía imputado de abuso y secuestro está detenido en el Hospital


Carlos Devito, el efectivo policial que era buscado tras su presunta participación en un hecho de secuestro y abuso, permanece internado en el Hospital, bajo custodia de la Prefectura Naval Argentina. 

Era uno de los imputados en la causa caratulada como "abuso sexual gravemente ultrajante y privación ilegítima de la libertad".

Esta tarde, mientras se esperaba por su entrega a la Justicia, intentó quitarse la vida provocándose autolesiones, presuntamente bajo los efectos de estupefacientes. Tras ser trasladado desde un domicilio de calle Italia al 900, fue asistido por los médicos y permanece internado. 

Los otros dos detenidos, identificados como Isaías Luppi y Lucas Ramos, declararon esta tarde en la sede de la UFI 7, a cargo de la Dra. María del Valle Viviani. 

Permanece prófugo el cuarto mencionado en la causa, Maximiliano Ramos. 

Todos ellos están acusados de retener contra su voluntad a un hombre de 30 años entre el miércoles y el sábado en una vivienda de Rivadavia al 1600. La víctima sufrió abusos sexuales y vejámenes antes de ser liberado. 

También se investiga, en el mismo contexto, el robo de un arma y un teléfono a un abogado, que además fue amenazado de muerte.