Baradero: Destruyeron 70 caños de escapes no reglamentarios secuestrados

El intendente de Baradero Esteban Sanzio participó este jueves de la destrucción de 70 caños de escape no reglamentarios que fueron secuestrados por personal de Tránsito de la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana del Municipio de Baradero.  Los caños de escape no homologados que fueron destruídos en la jornada de hoy habían sido secuestrados de motovehículos estacionados en la vía pública (en cumplimiento con la Ordenanza 4758/13) o bien en los operativos de control vehicular realizados en distintos puntos de la ciudad. En aquellos casos en que los conductores de los vehículos pudieron acreditar la propiedad sobre el mismo y colocarle el caño de escape original a la moto, la misma fue entregada, secuestrándose solo la pieza no original. 

Descubrieron ladrillos del Convento Franciscano

Integrantes del Grupo Conservacionista de Fósiles dieron, durante tareas de mantenimiento en el sótano de una de las salas del Museo Paleontológico, con fragmentos de ladrillos de grandes dimensiones, idénticos a los que formaban los muros del convento franciscano.  
Las piezas, corresponden a tres ladrillos de barro cocido de unos 6,5 centímetros de espesor y presentan todas las características de haber sido construidas en el siglo XVIII.

El convento franciscano que dio origen a la ciudad de San Pedro funcionó donde actualmente se levanta la Municipalidad. Es decir, que el caserón del Museo Paleontológico, construido en 1895, está ubicado justo enfrente de donde se erguía el convento. Éste, a su vez, poseía un amplio terreno circundante cuyos límites estaban por calle Salta, hasta la barranca, de ahí hasta casi llegando a calle 25 de Mayo, de ahí hasta calle 9 de Julio y, finalmente, cerrando casi hasta Salta. Un amplio solar dedicado, principalmente, a huerta y árboles frutales.

El predio del actual Museo Paleontológico estaba ubicado en plena huerta franciscana.
Los ladrillos fueron descubiertos al efectuar tareas de albañilería en el sótano ubicado debajo de la Sala 8 del Museo, a unos 60 centímetros de profundidad. Si bien no están preservados en su totalidad, se observa claramente que fueron de grandes dimensiones, tanto en largo, como en ancho y en espesor.
El nivel en el que aparecieron los ladrillos es el mismo en el que yacen los vestigios del convento en el jardín municipal, lugar investigado por el Grupo Conservacionista en 2005 y 2012.
Desde el Museo Paleontológico se cree que estos ladrillos podrían haber sido parte de alguna edificación secundaria, de menor importancia (como un galpón, cobertizo, caballeriza, etc.) o de algún muro divisorio presente en la zona de huerta que rodeaba al convento.
El Convento, de unos 80 m x 76 m, se comenzó a construir hacia 1750 para terminarse hacia 1760. Constaba de una iglesia con sacristía y algo más de 20 habitaciones. En dos de éstas, funcionaba una escuela y, más tarde, aulas de latín y retórica.
Fue demolido a finales de la década de 1880 para construirse, allí, el actual edificio municipal.