Martilleros sampedrinos promocionan créditos hipotecarios pero desde otros sectores advierten que son buenos solo con estabilidad

La Cámara de Martilleros y Corredores Públicos de San Pedro dio a conocer un comunicado de prensa en el que compartió "algunas de las inquietudes sobre las que se propone trabajar durante los próximos meses a la espera de que se concreten algunas de las reuniones solicitadas para no demorar la exposición sobre cuestiones muy importantes para la continuidad de los proyectos privados que están en marcha". Entre otros puntos, consideran que "ante la reducción o eliminación de la obra pública, la ejecución de proyectos privados aporta no solo mayores oportunidades para quienes deseen invertir en bienes durables, sino también para activar la oferta a favor de quienes están buscando viviendas para alquilar o comprar".

Por la bajante, avistaron un buque desaparecido hace 85 años (Video)

Informe e imágenes: Grupo Conservacionista
El 25 de noviembre de 1934, el “Elgar” pasaba frente a la ciudad de San Pedro. Remontaba el río Paraná con su carga cuando, por motivos desconocidos, se varó en un banco de limo sumergido que por aquella época se estaba comenzando a desarrollar en el sector Este de la Isla del Medio, una porción de tierra triangular ubicada en el medio del río.
Desde ese momento, el buque y el lugar pasaron a ser un punto de referencia para pescadores y navegantes. Casi un mito. La “isla del barco a pique”, como muchos la mencionarían con el paso del tiempo.


Casi nada se sabe de aquel buque. En la Prefectura local no se pudieron encontrar datos. Pero sí algunas cartas náuticas donde aparece una fugaz referencia al naufragio.
Algunos lugareños consultados recuerdan un barco de unos 40 metros o tal vez más. De su carga, unos dicen que transportaba cemento; otros, piedra. Otra versión…autos.



Algunos vecinos que frecuentaban el río por aquella época llegaron a reutilizar algunos elementos del naufragio abandonado; sobre todo metales varios, hierros, etc. Alguno, ahora muy mayor, recuerda haber estado pescando, de muy joven, sobre la cubierta del buque abandonado.
Con los años, el “Elgar” se fue olvidando y…desapareciendo.
La mecánica del río hizo que la Isla del Medio creciera, se estirara aguas abajo y fuera atrapando lentamente al maltrecho buque en un barro espeso hasta cubrirlo casi totalmente. Durante años todavía se podía ver un fragmento de un mástil de unos dos o tres metros que sobresalía del agua. Con los años, hasta eso dejó de verse.

El avistaje
El equipo del Museo Paleontológico de San Pedro navegó hasta la zona con el objetivo de lograr ubicar el naufragio y captar, para la historia náutica de la zona y el recuerdo de aquellos que frecuentan el río, el estado actual del “Elgar”.

José Luis Aguilar, Javier y Lucas Saucedo, David Tettamanti, Fernando Chiodini y Cristian Aguirre, desembarcaron en la isla con un drone para sobrevolar lentamente el lugar y tratar de ubicar el naufragio. Gracias a ese drone se pudieron sortear los 1.200 metros de pantano que hoy rodean los restos sumergidos en el lodo.

La gran bajante que experimentó el Paraná días atrás permitió captar las que, posiblemente, sean las últimas imágenes del “Elgar” ya que, literalmente, ha sido “tragado” por la isla.
Lo único que aflora en el barro de la laguna donde se encuentra es el mecanismo para levar el ancla que el buque tenía en su cubierta. El drone alcanzó a filmar una serie de engranajes y cabirones que formaban parte del cabrestante que el buque utilizaba para levantar el ancla.
Observando las piezas que afloran en superficie se puede ver que el barco quedó levemente escorado hacia estribor.

Desde el Grupo Conservacionista de San Pedro comentan que “hoy, el lugar donde yace el casco del `Elgar` es un pantano de poca profundidad que se formó a medida que la isla original se unía con el banco de limo donde se encalló este carguero. Las dos fracciones de tierra se fueron fusionando hasta conformar una isla con el doble del tamaño que poseía originalmente. Y en su interior quedó atrapada esta nave de acero olvidada en medio del Paraná. A pesar de la altura de su casco, la isla pudo más y en 85 años fue sepultando al barco, poco a poco, hasta hacerlo desaparecer en un espeso pantano justo en medio del islote. Por fortuna, se pudieron documentar las últimas imágenes de este naufragio antes que la isla lo termine de tragar para siempre.”