Baradero: Destruyeron 70 caños de escapes no reglamentarios secuestrados

El intendente de Baradero Esteban Sanzio participó este jueves de la destrucción de 70 caños de escape no reglamentarios que fueron secuestrados por personal de Tránsito de la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana del Municipio de Baradero.  Los caños de escape no homologados que fueron destruídos en la jornada de hoy habían sido secuestrados de motovehículos estacionados en la vía pública (en cumplimiento con la Ordenanza 4758/13) o bien en los operativos de control vehicular realizados en distintos puntos de la ciudad. En aquellos casos en que los conductores de los vehículos pudieron acreditar la propiedad sobre el mismo y colocarle el caño de escape original a la moto, la misma fue entregada, secuestrándose solo la pieza no original. 

“A Gomila lo mató el sistema que convierte en socios criminales a quienes deben protegernos”

La familia de Ariel Lido Gomila dio a conocer un documento a través de las redes sociales, a dos años de su asesinato. 
Bajo el título “Enseñanzas de una partida inesperada”, comparten reflexiones sobre lo sucedido, y recuerdan a la víctima del brutal episodio, todavía impune. 
Este es el texto completo: 

“Enseñanzas de una partida inesperada

Hoy, 6 de febrero, se cumplen dos años del asesinato de ARIEL LIDO GOMILA.


¿Qué fue lo que pasó aquella madrugada? Lo que a diario nos sigue sucediendo: la imposibilidad de vivir seguros en el sitio donde elijamos y de la manera en que decidamos hacerlo.

¿Quién era Ariel? Un hombre común pero un ser extraordinario: argentino de 77 años, esposo, padre y abuelo, productor rural, pescador, amante de Independiente, honrado, laborioso y noble.

¿Quién lo mató? El sistema que perversamente convierte en socios criminales a quienes tienen el deber de protegernos.

Querido Ariel: durante estos 24 meses fueron muchas, tal vez demasiadas y agobiantes, las preguntas que nos hemos hecho. Pero hay una para que la que hemos hallado sobradas respuestas, tristes algunas y providenciales otras.

Preguntarnos qué enseñanzas nos dejó tu partida inesperada es, nos parece, la forma más insigne de convertir tú fugaz, injusta y perturbadora muerte en un suceso de crecimiento en los valores de la familia y la comunidad.

Nos enseñaste…

Que el poder corrompe cuando no somos valientes para elegir el camino de la honestidad moral.

Que la droga es el eslabón que se repite una y otra vez entrelazando criminalmente a una oscura fracción de la política, la justicia, las fuerzas de seguridad y el empresariado.

Que no todo es blanco o negro, que hay grises, pero que no hay tibieza válida cuando la omisión se convierte en complicidad.

Que somos una sociedad extremadamente vulnerable y doliente, pero no lo suficientemente solidaria con el dolor y la lucha del prójimo.

Que nos están matando física y moralmente con la desidia política, legislativa y judicial.

Que es momento como sociedad de empoderarnos de empatía y de valores.

Que la delincuencia es ya un problema estructural de nuestra comunidad, y no una suerte de ensayos esporádicos.

Que no debemos resignarnos a la mutilación de derechos adquiridos, más bien es nuestro deber luchar intelectualmente por ellos.

Que en una sociedad gobernada por la eficacia de los fines y no por la honradez de los medios, no podemos claudicar a la exigencia de transparencia, honradez y sensibilidad.

Que ya no somos un “pueblo chico” pero que aún podemos evitar ser un “infierno grande”.

Que la familia y los amigos son siempre el refugio del alma.

Que la vida es el don más preciado.

Deseamos de corazón que estas enseñanzas se conviertan en aprendizajes y vivencias constantes. No olvidaremos quién fuiste, por qué dejaste de ser, quiénes no quisieron la verdad y quiénes sí. No olvidaremos que en la madrugada del 6 de febrero de 2016 luego del sonido desgarrador de los  disparos que sepultaron tu cuerpo, tu alma llegó hasta lo más alto del cielo y desde allí nos ilumina en esta lucha por verdad, justicia y castigo.

TE AMAMOS Y RECORDAMOS.

TU FAMILIA”