Baradero: Destruyeron 70 caños de escapes no reglamentarios secuestrados

El intendente de Baradero Esteban Sanzio participó este jueves de la destrucción de 70 caños de escape no reglamentarios que fueron secuestrados por personal de Tránsito de la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana del Municipio de Baradero.  Los caños de escape no homologados que fueron destruídos en la jornada de hoy habían sido secuestrados de motovehículos estacionados en la vía pública (en cumplimiento con la Ordenanza 4758/13) o bien en los operativos de control vehicular realizados en distintos puntos de la ciudad. En aquellos casos en que los conductores de los vehículos pudieron acreditar la propiedad sobre el mismo y colocarle el caño de escape original a la moto, la misma fue entregada, secuestrándose solo la pieza no original. 

Así encontró el Buque Museo “ARA Irigoyen” su nuevo encargado



El cambio de encargado en el Buque Museo “ARA Irigoyen” permitió conocer el estado que presenta uno de los lugares más visitados por los turistas que llegan a San Pedro. 
Al deterioro propio de la estructura por la falta de mantenimiento (acumulación de óxido, falta de pintura, roturas) se suma el faltante de elementos como los salvavidas o matafuegos, algunos de los cuales fueron hallados en los pasillos internos o en improvisados depósitos. 

Tampoco están el televisor (que se rompió y estaría en la casa de un empleado que lo retiró para llevarlo a reparar) y el reproductor de DVD de la sala de audiovisuales. 
Pese a esas condiciones, cientos de turistas y sampedrinos pasaron por el lugar durante el fin de semana largo. José Luis Aguilar (ex Director de Cultura que impulsó su llegada a nuestras costas) reiteró en varias oportunidades que era uno de los pocos lugares de la administración municipal que podían autosustentarse por los ingresos que genera. 
A esto se sumaron, en su momento, las donaciones de pintura y otros insumos por parte de empresas privadas y particulares, interesados en que el histórico barco se mantenga en condiciones. 
 El ARA Irigoyen participó de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Malvinas. Tras su salida de servicio, la Armada lo cedió a la Municipalidad para transformarse en el tercer buque museo del país.