Martilleros sampedrinos promocionan créditos hipotecarios pero desde otros sectores advierten que son buenos solo con estabilidad

La Cámara de Martilleros y Corredores Públicos de San Pedro dio a conocer un comunicado de prensa en el que compartió "algunas de las inquietudes sobre las que se propone trabajar durante los próximos meses a la espera de que se concreten algunas de las reuniones solicitadas para no demorar la exposición sobre cuestiones muy importantes para la continuidad de los proyectos privados que están en marcha". Entre otros puntos, consideran que "ante la reducción o eliminación de la obra pública, la ejecución de proyectos privados aporta no solo mayores oportunidades para quienes deseen invertir en bienes durables, sino también para activar la oferta a favor de quienes están buscando viviendas para alquilar o comprar".

Presentaron la Biblioteca Popular Municipal “Abelardo Castillo”

Con la presencia de la escritora Sylvia Iparraguirre, se realizó este martes la presentación oficial de la Biblioteca Popular Municipal “Abelardo Castillo” y la biblioteca ambulante “Roberto Arlt”. 
 La sede de la biblioteca “fija” será el Centro Integrador Comunitario (CIC), ubicado en la intersección de las calles Hermano Indio y Casella. 
La Biblioteca Circulante tendrá recorridos por diferentes zonas de la ciudad y las localidades. 
Durante la presentación, Iparraguirre leyó un fragmento de “Arlt, el bárbaro” en el libro “Desconsideraciones” de Abelardo Castillo y un texto enviado por el escritor sampedrino:

“Queridos amigos de San Pedro, nunca me ha gustado que mi nombre figure en instituciones oficiales. En este caso en particular, considero que hay otros nombres sampedrinos más justos que el mío para bautizar a una Biblioteca Municipal, nombres como el de Aníbal de Antón, Ernesto L. Castro, Pedro Suñer o Fernando García Curten. Yo incluso, hubiera propuesto el de un hombre que no se dedicó al arte o a la literatura, pero que inculcó en todos nosotros el amor por nuestro idioma y por los libros, me refiero al Profesor Rodolfo Constantín. Hecha esta elemental justicia, me honra y agradezco que se le dé mi nombre a una biblioteca popular, sobre todo porque, como me ha explicado Sylvia Iparraguirre, este paso es indispensable para que exista la “Biblioteca Circulante Roberto Arlt”, verdadero motivo de todo el trabajo que el grupo fundador se ha tomado durante meses. Que en una bilioteca desdoblada, que es la misma, mi nombre esté asociado al de Roberto Arlt es ya una distinción inesperada, y más que suficiente. 
Como nos contó el Director de Bibliotecas Populares de la provincia de Buenos Aires, José Clavijo, hay muy pocas bibliotecas que lleven el nombre de Arlt. Y para un escritor que, como Roberto Arlt, se formó con libros prestados, creo que no puede haber un homenaje más propio. 
Como una forma, tal vez mi forma más auténtica de estar presente, le he pedido a Sylvia que lea, en mi nombre, un texto que escribí hace años sobre Arlt”, haciendo referencia al fragmento del libro “Desconsideraciones”.