Baradero: Destruyeron 70 caños de escapes no reglamentarios secuestrados

El intendente de Baradero Esteban Sanzio participó este jueves de la destrucción de 70 caños de escape no reglamentarios que fueron secuestrados por personal de Tránsito de la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana del Municipio de Baradero.  Los caños de escape no homologados que fueron destruídos en la jornada de hoy habían sido secuestrados de motovehículos estacionados en la vía pública (en cumplimiento con la Ordenanza 4758/13) o bien en los operativos de control vehicular realizados en distintos puntos de la ciudad. En aquellos casos en que los conductores de los vehículos pudieron acreditar la propiedad sobre el mismo y colocarle el caño de escape original a la moto, la misma fue entregada, secuestrándose solo la pieza no original. 

Detectan jornaleros esclavos en otro campo de Southern Seeds, esta vez en San Antonio de Areco

Un centenar de jornaleros que estaban en condiciones laborales de semiesclavitud fueron rescatados de un campo de San Antonio de Areco en una operación llevada a cabo este viernes por orden judicial.
Esta acción contra la trata de personas detectó a 106 personas en condiciones de explotación laboral en el campo 'El Ombú', que produce soja y maíz para la empresa multinacional Southern Seeds Production.

Esta misma empresa ya se había visto involucrada en otras investigaciones. En enero de 2011, una denuncia llevó a la justicia a una inspección a los campos 'La Esperanza', 'El Paraíso' y 'La Luisa', en la ruta provincial 191. Encontraron 398 personas trabajando "en condiciones no acordes", según el abogado del sindicato, desflorando el maíz. Entre los trabajadores había nueve menores de edad.
Los trabajadores habían llegado desde Santiago del Estero el 27 de diciembre para desflorar los maizales, proceso vital en la producción de semillas híbridas, muy resistentes a ciertas enfermedades.
El operativo estuvo a cargo del Programa Nacional de Rescate, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, junto con la Policía Federal y el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires. En este último caso, los agentes ministeriales dependen de la regional que conduce el sampedrino Mauricio Gugger. 
   Según los primeros informes, revelados por la agencia de noticias jurídicas Infojus, se constataron las condiciones de hacinamiento en que vivían a pesar de que el establecimiento, de 300 hectáreas dedicadas a la ganadería y s la agricultura, posee una zona dedicado a la recepción de turismo internacional.
   Las condiciones de vida de los trabajadores son muy precarias. Entre el verde del campo, están las nueve casillas de chapa donde pasan las noches. Son verdaderos hornos rodantes, que las noches de viento fuerte se convierten en una pesadilla, detalla Infojus.
   Hay otras tres construcciones bajas que funcionan como duchas y cocinas --les dan guiso, carne, fideos, yerba mate y dos bidones de agua por cuadrilla, compuesta por siete trabajadores--, y una gran carpa celeste y blanca, de unos 80 metros cuadrados, funciona de comedor. El agua que usan para bañarse es la que está en un tanque descubierto, con algas e insectos. No tienen baños ni agua potable.
   El allanamiento lo motivaron sospechas de que se trataba de un caso de trata de personas con fines de explotación laboral. Allí, el equipo profesional del Programa Nacional de Rescate entrevistó a varios trabajadores para conocer cuáles eran sus condiciones de trabajo.
   En arduas jornadas de nueve horas de trabajo, que incluían sábados, domingos y feriados, con la promesa de cobro de sueldo más horas extras, se dedicaban a desflorar el maíz: sacar la flor para que no germine.
   Los 106 trabajadores estarían bajo un régimen de trabajo formal, situación que aún no ha podido ser corroborada por las autoridades. A la mayoría de ellos les habían dicho que cobrarían 228 pesos por día y que les descontarían 6 por "papeleo", aunque --según lo relatado por los profesionales del Programa de Rescate-- nunca se cumple con la paga prometida.