Baradero: Destruyeron 70 caños de escapes no reglamentarios secuestrados

El intendente de Baradero Esteban Sanzio participó este jueves de la destrucción de 70 caños de escape no reglamentarios que fueron secuestrados por personal de Tránsito de la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana del Municipio de Baradero.  Los caños de escape no homologados que fueron destruídos en la jornada de hoy habían sido secuestrados de motovehículos estacionados en la vía pública (en cumplimiento con la Ordenanza 4758/13) o bien en los operativos de control vehicular realizados en distintos puntos de la ciudad. En aquellos casos en que los conductores de los vehículos pudieron acreditar la propiedad sobre el mismo y colocarle el caño de escape original a la moto, la misma fue entregada, secuestrándose solo la pieza no original. 

Julio Alsogaray es comparado con Eric Abidal en el artículo “Argentina, un Barcelona Olímpico”

El periodista Carlos Arasaki, publicó, en la página deportiva “Augol”, un artículo en el que equipara al equipo olímpico argentino con el Barcelona de España.
En una original comparación, el autor explica: “¿Puede la delegación argentina en Londres 2012 verse reflejada en ese emblema llamado Barcelona que enalteció los mejores valores del deporte en los últimos años? Augol así lo cree y destaca las máximas esperanzas olímpicas nacionales con cada jugador del equipo que viene inspirando a millones los últimos años. Una forma diferente de palpitar el inicio de los Juegos Olímpicos”.
El sampedrino Julio Alsogaray ingresa en el listado como el “Abidal” del equipo. Este es el texto:   

“Para Julio Alsogaray, que no haya viento significa una frustración. Porque para poder rienda suelta a su pasión, a la actividad más importante de su vida, necesita indefectiblemente del guiño de la naturaleza. Simple. Si no hay viento, el barco no se mueve y no se puede competir. A Eric Abidal pareciera sucederle lo mismo. El destino no le hizo precisamente un guiño, pero cada vez que la vida lo puso a prueba, él respondió. El francés luchó y lucha contra viento y marea. Hace dos meses fue trasplantado con éxito de un tumor en el hígado y ahora continúa el proceso de recuperación. No pelea sólo para continuar viviendo con normalidad. Lo hace porque sueña con seguir jugando en el mejor equipo de la historia.
A Abidal no lo detiene el viento que necesita Alsogaray. Al contrario. Su presencia fortalece a ambos. Los hace arrojarse a la superficie (terrestre, acuática) para sonreír con lo que más disfrutan y desatar su pasión como la furia de los mares. Con esa enjundia irá el velista a los Juegos Olímpicos. Con el deseo intacto de una gloria traducida en medalla que cuatro años atrás, en Beijing, no llegó a ser tal y se corporizó en un dignísimo diploma.
El oriundo de San Pedro, que nació exactamente cinco meses después que Abidal (11/09/1979 y 11/04/1980) competirá en sus segundos Juegos. Tras esa exitosa primera experiencia, Alsogaray siempre se mantuvo en el lote de los 10 mejores del Ranking Mundial ISAF de la clase Laser.
“El proceso rumbo a los Juegos es lindísimo. Ser olímpico ya no me causa satisfacción, lo que me generará eso será conseguir el resultado deseado. Voy a dar lo mejor. Me resulta extraño ponerme como favorito. No importan los demás; depende de mí. Si corro de manera sobresaliente, terminaré entre los tres primeros. Si lo hago muy bien, entre los cinco; si tengo un desempeño regular, entre los siete”, le comentó el N°2 del mundo a El Gráfico un mes atrás.
Julio, con la madurez de sus 32 años y más de dos décadas de experiencia en este deporte, no tiene soberbia ni falsa modestia. Posee la confianza y la mentalidad de los ganadores. La misma que tuvo Abidal cuando, en noviembre de 2010 y tras vencer 2-1 a Inglaterra con el seleccionado galo, dejó una nota en el vestuario de Wembley con la frase “Volveré en mayo para la final”, en alusión a la definición de la Champions. Tal como prometió, el defensor no sólo se recuperó para jugar aquella final, sino que fue el primero en alzar la Copa porque Puyol le cedió la cinta de capitán para la entrega de premios.
De ese fuego también está marcado Alsogaray, que levanta la cabeza y le pone el cuerpo a la búsqueda de gloria con la siguiente declaración de principios: “El diploma ya lo tengo en mi casa. Iré a competir por las medallas; soy capaz de ganar una. Para mí es natural querer finalizar entre los mejores”.