Agredió a su padre y fue detenido: secuestraron una escopeta en su poder

Un hombre de 34 años fue detenido por la policía luego de agredir violentamente a su padre de 60.  El ataque fue consumado en la vivienda familiar de Maestro Reyna al 1400, cuando el agresor le dio un golpe de puño a su progenitor, de 60 años, provocándole diversas lesiones. 

Destacan en España el trabajo del sampedrino Luciano Vellón en reprogramación celular

Vellón y sus compañeras, en la foto publicada en "El Diario Vasco"
“El Diario Vasco”, el medio gráfico más importante en esa región de España, publicó en su edición dominical una nota sobre el trabajo de Inbiomed, una fundación que busca respuestas a enfermedades como Parkinson y cáncer. 
 Dentro del grupo de científicos entrevistados, se encuentra el sampedrino Luciano Vellón, responsable de la unidad de reprogramación celular. “Integrada dentro de la plataforma de reprogramación y diferenciación celular, es uno de los encargados de proveer a los investigadores de células IPS”, explica el informe. 
Vellón es Licenciado en genética, doctorado por el Conicet, y reside actualmente en Donostia(España).

El recuadro con el testimonio del sampedrino
 “Las IPS son resultantes de un proceso descubierto en el año 2006, por el que una célula extraída de la piel, por ejemplo, puede convertirse en célula madre, lo que sirve para eliminar bastantes problemas éticos” precisa la nota. 
 Lo que hace este proceso es reprogramar la célula de forma que retroceda en el tiempo y regrese a sus orígenes para convertirse en embrionaria. Es algo que se está haciendo únicamente en laboratorios, pero cuando tenga aplicaciones clínicas hará posible que un enfermo reciba trasplantes de células generadas a través de sus propios tejidos. 
«No es sencillo, los controles de calidad son muy estrictos», asegura Luciano Vellón. «De las células que usamos logramos reprogramar entre el 0,01% y el 1%. Lo que hacemos es volverlas a un estado inmaduro de forma que empiecen de nuevo guiadas por nosotros». 
 Tanto cuidado para lograr que una de entre tantas células retorne a su estado embrionario acaba por establecer un vínculo entre ellas y el investigador. 
«Las células son objeto de cariño y también de disgusto. Trabajamos con materiales vivos que están sujetos en ciertas condiciones al desorden propio de los sistemas vivos. A veces me siento su padre», dice Vellón.