Protocolo ante amenazas de bomba: La Escuela Normal retoma la evacuación a plaza Belgrano

La Brigada de Explosivos dependiente del Ministerio de Seguridad confirmó que desde este miércoles no tendrá presencia permanente en el distrito.  Ante esta situación, el equipo de conducción de las instituciones que integran las unidades académicas 118 y 119 (Escuela Normal) anunció a las familias de los alumnos que retomarán "los planes de evacuación previstos por cada nivel". Durante algunos días, la evacuación se realizó hacia los patios internos del establecimiento, a la espera de una revisión del edificio por parte de los especialistas. 

Restos de un mamífero hallado en La Buena Moza permiten identificar una edad histórica


Restos de un mamífero descubiertos en La Buena Moza, permiten identificar una edad prehistórica.
El conjunto de fragmentos fosilizados afloraba entre las “toscas” de una capa de sedimentos que había quedado expuesta por la pala de la excavadora en una vieja cantera.
El andar del equipo del Museo Paleontológico de San Pedro se detuvo ante ese fósil que buscaba escapar de una destrucción asegurada.

Una vez recuperadas, las piezas se depositaron en el laboratorio del Museo donde se les realizó la limpieza y protección correspondiente.
Al observarlas, se comprobó que se estaba en presencia de un ejemplar de Mesotherium cristatum, un mamífero de “aspecto similar” a los carpinchos actuales.
Dentro de las piezas descubiertas se encuentran la base del cráneo con la dentición completa y fragmentos de su parte anterior, una escápula fragmentada, el extremo proximal de una tibia y un fragmento de uno de los fémures.
El fragmento de tibia reveló que el ejemplar descubierto estaba, aún, en la etapa juvenil ya que una de sus epífisis (los extremos del hueso) no estaba bien unida a la tibia y no se conservó.
Una característica general de los animales en su etapa de desarrollo es que al estar en crecimiento los extremos de sus huesos todavía son cartilaginosos y si el ejemplar muere (como en este caso) ese extremo (o epífisis) se desprende y no se fosiliza. 
La apariencia de estos animales presentaba cierta similitud con los carpinchos actuales, aunque no estaban emparentados.
Sus patas, cuyos dedos poseían pezuñas, permiten suponer que habrían sido utilizadas para remover tubérculos y raíces de las cuales se alimentaba.
Aunque se desconoce si llevaba vida solitaria o vivía en grupos, algunos investigadores lo señalan como posible habitante de ambientes lacustres.
  El Dr. Eduardo Tonni, Jefe del Departamento Paleontología de Vertebrados del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, Investigador del CONICET y colaborador del Museo de San Pedro, destaca la historia del fósil descubierto señalando: “Este mamífero fósil fue primeramente mencionado, como “Typotherium”, por el geólogo francés Auguste Bravard en 1857, quien halló numerosos restos en las “toscas del río de La Plata” que quedan expuestas durante las mareas bajas en los alrededores de la ciudad de Buenos Aires.  Posteriormente, en 1882,  el químico, zoólogo y geólogo alemán Adolf Doering, integrado a la Academia Nacional de Ciencias en Córdoba, a instancias del presidente Sarmiento, utilizó a Mesotherium (aún denominado “Typotherium”)  como fósil característico del “pampeano inferior”.
Es el naturalista argentino Florentino Ameghino quien, fundamentalmente a partir de 1889, caracteriza al “pampeano inferior” o Ensenadense por la presencia de Mesotherium, al que considera un fósil “exclusivo” de esos niveles. El criterio de Ameghino perdura hasta nuestros días.” 
Desde el Grupo Conservacionista de Fósiles, equipo del Museo Paleontológico de San Pedro, se indica el valor de este hallazgo informando que: “Debido a que estos llamativos animales habitaron exclusivamente durante la edad geológica denominada “Ensenadense”, la sola presencia de sus restos en un sedimento sirve para conocer la antigüedad de los mismos.
  La Edad Ensenadense está incluida dentro de la Época Pleistoceno y transcurrió entre unos 500.000 y 1.800.000 años atrás y sólo en ese lapso vivió el Mesotherium cristatum.
  A los fósiles con esta característica se los denomina “indicadores bioestratigráficos” ya que son formas de vida cuyos restos fosilizados permiten establecer la precisa antigüedad de las rocas que los contienen debido a que vivieron en un rango temporal acotado.
  El fósil hallado en San Pedro permitirá confirmar la ubicación de las capas de la Edad Ensenadense en el norte de la provincia de Buenos Aires y aportar un nuevo dato al perfil geológico estratigráfico de la región para futuras investigaciones paleontológicas.”