Martilleros sampedrinos promocionan créditos hipotecarios pero desde otros sectores advierten que son buenos solo con estabilidad

La Cámara de Martilleros y Corredores Públicos de San Pedro dio a conocer un comunicado de prensa en el que compartió "algunas de las inquietudes sobre las que se propone trabajar durante los próximos meses a la espera de que se concreten algunas de las reuniones solicitadas para no demorar la exposición sobre cuestiones muy importantes para la continuidad de los proyectos privados que están en marcha". Entre otros puntos, consideran que "ante la reducción o eliminación de la obra pública, la ejecución de proyectos privados aporta no solo mayores oportunidades para quienes deseen invertir en bienes durables, sino también para activar la oferta a favor de quienes están buscando viviendas para alquilar o comprar".

Por los servicios prestados (Abelardo Castillo para el suplemento literario de Página/12)

Pastoseco existió, o por lo menos existió su apodo. Hizo el servicio militar en Zapala o en Cobunco, tal vez el mismo año en que yo lo hacía en Olavarría.
Me habló de él un amigo mío, que lo tuvo de compañero y que me contó la historia del atadito de pasto en los borceguíes. El empozamiento de un oficial y un soldado durante una tormenta de nieve también fue un hecho real, o uno de esos hechos que llamamos reales, sólo que ocurrió con otros protagonistas.

Como sea, lo único que ahora me parece verídico es lo que nunca sucedió, lo que inventé en mi cuento. Lo demás ya lo escribí en el postfacio a Las maquinarias de la noche. “Por los servicios prestados” se publicó en 1979, en la revista El ornitorrinco, como una velada provocación, como una especie de homenaje inverso a la conmemoración militar por la Campaña del Desierto.
Hoy –también ya lo dije– preferiría que se leyera sencillamente como un cuento. Lo que me interesa de una ficción es su verdad poética, no su intención moral; lo que a mí me importa de “Por los servicios prestados” es que su desenlace –seguramente previsto por el lector– deja intactos a los dos personajes.