Martilleros sampedrinos promocionan créditos hipotecarios pero desde otros sectores advierten que son buenos solo con estabilidad

La Cámara de Martilleros y Corredores Públicos de San Pedro dio a conocer un comunicado de prensa en el que compartió "algunas de las inquietudes sobre las que se propone trabajar durante los próximos meses a la espera de que se concreten algunas de las reuniones solicitadas para no demorar la exposición sobre cuestiones muy importantes para la continuidad de los proyectos privados que están en marcha". Entre otros puntos, consideran que "ante la reducción o eliminación de la obra pública, la ejecución de proyectos privados aporta no solo mayores oportunidades para quienes deseen invertir en bienes durables, sino también para activar la oferta a favor de quienes están buscando viviendas para alquilar o comprar".

El policía Alan Arocena fue dado de alta y relató el tiroteo con un delincuente

Foto Facebook
El policía Alan Arocena, quien el Domingo por la noche resultó herido durante un intercambio de disparos con un delincuente al intentar evitar el asalto al kiosco “1001” relató en el programa “Nunca es Tarde” (APA Radio San Pedro) el dramático episodio.
Arocena fue dado de alta en las últimas horas, y ya se encuentra en su casa junto a su esposa, embarazada de ocho meses.
“Estoy bien, recuperándome de a poco” indicó el efectivo, quien confirmó que tiene dos heridas en su muslo derecho, una en la mano y dos en la altura del pecho a la altura de las axilas. “Las balas tuvieron un recorrido medio extraño en las axilas pero gracias a Dios entraron y salieron” explicó el policía.
Si bien reconoció que “nosotros estamos preparados para este shock emocional” dijo que su señora quedó afectada por el episodio, del que fue testigo.
El policía relató, con detalle, lo ocurrido el domingo, poco después de las 20.30, en Juan B. Justo entre Mitre y Pellegrini: “Me encontraba en la caja del supermercado intentando abonar la compra, cuando ingresa una femenina, que me dicen que podía ser empleada del kiosco, gritando, y avisándole a los empleados que llamaran a la policía. En se momento y atendiendo a mi ética policial y mi instinto le digo a mi señora que me espere y llame a la policía. Estoy de civil pero porto mi arma reglamentaria, algo que es opcional, así que la pongo en orden por cualquier eventualidad y me dirijo al comercio que era asaltado”.

El tiroteo
Una vez frente al kiosco, observa al delincuente que estaba ya detrás del mostrador y sujetaba a la cajera, a la que tenía tomada del cuello. Fue entonces cuando comenzó el momento más dramático del incidente: “Me pongo a resguardo en la parte externa y tratando de preservar mi vida, la de la chica y la del delincuente. Me doy a conocer inmediatamente como policía, y le digo que se quede quieto y que tire el arma. El individuo me observa, se dirige hacia mí raudamente e inicia un fuego vivo con una pistola 9 mm, muy parecida a la que yo portaba. Me alcanza en la mano y en las axilas pero no me doy cuenta de las lesiones y como se venía hacia mí, intentando resguardar mi vida acciono el arma de fuego e intentando neutralizarlo”.
Si bien le alcanzó a pegar con los proyectiles, Arocena se encontró con una inesperada respuesta del delincuente: “Esa persona en el estado de excitación siguió corriendo hacia mi lado, sale retoma para la estación de servicio y ahí observo rápidamente que estaba lleno de autos y gente decido que es mejor correrlo y alcanzarlo. El sujeto me observa, hace el arma hacia atrás y realiza una serie de disparos, que me impactan en la pierna derecha y provocan que me caiga en la cinta asfáltica. Lo veo que se va y decido esperar la llegada de la ambulancia”.
El policía fue rápidamente asistido por los presentes, incluyendo su esposa, que vio toda la escena desde el interior del supermercado.
Al ingresar al Hospital, se dio la particularidad de que fue su propia madre, enfermera, quien ayudó a asistirlo. Paradojas del destino, también debió curar al ladrón cuando ingresó a la guardia, minutos más tarde.
En el diálogo radial, el efectivo dejó en claro que su intención nunca fue matar al delincuente: “Dentro de lo que es la instrucción policial, enseñan siempre a preservar la vida de un tercero, incluso de un delincuente. Mi intención fue neutralizarlo pero no matarlo”.
El padre de Arocena es albañil, su madre enfermera, y su tío el ex Jefe Departamental Hugo Prado. Dos de sus hermanos, uno mayor y otro menor que él, también son policías de la provincia de Buenos Aires.