Todo comenzó a las 2.30 de la madrugada, cuando una mujer de 65 años, domiciliada en Bozzano y Miguel Porta junto a su esposo, recibió el llamado de los delincuentes. En medio de la confusión de la noche, los malvivientes dijeron que le iban a cortar un dedo a su hija, a la que tenían secuestrada. Como es habitual en estos casos, se escuchaban de fondo gritos de una mujer y pedidos de auxilio.
Los estafadores hicieron que la familia también usara los demás teléfonos que había en la casa, y hasta los obligaron a trasladarse al baño para accionar la descarga del inodoro en forma constante, como una forma de asegurarse de que no llamarían a la policía.
Mientras eso sucedía, una alarma silenciosa del automóvil y el hecho de que vecinos advirtieran que algo malo pasaba en la casa, permitieron la intervención del personal del Gabinete Criminológico. Cuando llegaban al lugar, las víctimas pidieron que sacaran los móviles de la zona para no advertir a los delincuentes.
De todos modos, un grupo de efectivos policiales permaneció a resguardo en el barrio FONAVI, monitoreando la situación. Desde allí pudieron ver la salida de la víctima del secuestro virtual con una bolsa que arrojó frente a la casa, al tiempo que un automóvil pasaba a baja velocidad. Guillermo Turci, jefe de calle de la Comisaría, la tomó en sus manos y volvió a su escondite, comprobando que tenía dinero en su interior. Una suma que luego fue calculada en 3500 pesos y 1700 dólares.
La secuencia posterior incluye la llegada del Peugeot 308, del que descendió una mujer que comenzó a buscar el "rescate". Inmediatamente, los móviles policiales armaron un cerrojo y detuvieron a los ocupantes del vehículo.
Se trata de Milton Leonel Pena (de 35 años), y Flavia Fiorella Manuela Mansilla (de 37), ambos oriundos de Rosario, quienes circulaban a bordo del Peugeot patente NIR142.
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