Campaña de socios y adherentes para el Refugio San Pedro

El Refugio San Pedro inició una campaña de socios y adherentes para solventar parte de los costos para la contención de cientos de animales.  Cinco personas, identificadas y con pecheras, recorren comercios y domicilios particulares ofreciendo la posibilidad de participar. Sus nombres y rostros pueden encontrarse en el video de difusión que dio a conocer el refugio. 

Sampedrina piloteó el primer vuelo directo Buenos Aires - Los Ángeles de AA

La sampedrina Linda Pfeiffer, capitana de American Airlines, brindó una entrevista que fue publicada este domingo en el diario La Nación.
Su historia, que ya había sido destacada años atrás en Noticias San Pedro, cobró nuevamente relevancia luego de que comandara el primer vuelo de la aerolínea norteamericana en la ruta directa Buenos Aires - Los Angeles.

Linda Pauwels, como también se la conoce por el apellido de su esposo, nació en San Pedro en 1963. A los seis años, al morir su papá, se radicó en Estados Unidos con su madre, Mabel Gaspard, quien sigue trabajando en el aeropuerto de Miami, con 88 años.
El siguiente es el texto completo de la nota firmada por José Totah:

"Todavía hay pasajeros que se sorprenden o inclusive se inquietan cuando, a diez mil metros de altura, se enteran que una mujer está piloteando el avión. Las estadísticas demuestran que, por ahora, volar sigue siendo una tarea en la que predominan los hombres: según cifras de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) publicadas el año pasado, hay apenas unas 22 mujeres piloto en la aviación comercial argentina contra más de 1.600 varones (ellas representan sólo el 1,5% del total, mientras que a nivel mundial esa proporción femenina no supera el 3 por ciento).

Linda Pauwels es argentina y se convirtió en la primera latina con grado de capitán en American Airlines, que tiene 650 pilotos mujeres en sus filas (cerca del 4,5% del total). Nació en la localidad de San Pedro en 1963 y a los seis años, cuando murió su papá, se radicó en Estados Unidos con su madre, que a los 88 años sigue trabajando en el Aeropuerto de Miami. "A veces es embarrassing (embarazoso) encontrármela ahí cuando bajo del avión", se ríe la capitana.

Pauwels estuvo en los comandos del primer vuelo de American que, a fines del año pasado, inauguró la ruta directa de Buenos Aires a Los Ángeles -en donde vive la segunda comunidad de argentinos más grande de Estados Unidos-, con una frecuencia de tres veces por semana.

Viviendo en Miami, Pauwels consiguió trabajo a los 16 en una aerolínea canadiense y a esa edad empezó a sentir fascinación por los aviones, pese a que todos le avisaban que era imposible que llegara a piloto. "Siendo mujer, sin dinero ni contactos, no lo vas a lograr", cuenta que le decían. Hoy día, además de ser capitana, es check airman (supervisora o instructora de vuelo) del Boeing 787. "Una se siente inspeccionada como piloto y como check airman te miran aún más. Si no tenés el temperamento no lo hacés, es mucha exposición", afirma.

- ¿Llegar a piloto fue más difícil por ser mujer?

-Me lo advirtieron muchas veces cuando estaba empezando, pero no he sentido que haya sido más difícil sólo por eso. Actualmente hay muchas mujeres que están aprendiendo a volar. Esas oportunidades antes no existían.

- ¿Existe algo así como una "sensibilidad femenina" para volar?

-Volar fue desde siempre un trabajo de hombres, que demandaba un temperamento masculino al que estaban asociados valores como confianza, seguridad, inteligencia y capacidad de resolver y tomar decisiones. Pienso que las mujeres, además de tener todo eso, podemos aportar lo nuestro en lo que respecta al trato interpersonal. Hoy todos los sistemas están computarizados, con lo cual tenés que cultivar la parte humana y trabajar con la gente.

Ya a los 16 años, Pauwels tenía dos trabajos para pagarse las horas de vuelo. "Manejaba monomotores, volaba lo que fuera", se acuerda. En plenos ochenta, cuando casi no había mujeres piloto, ella piloteaba un Hércules C-130 con sólo 21 años y a los 25 fue la mujer más joven en capitanear un avión comercial, un B707.

Luego, en 1988, entró en el equipo de pilotos de American Airlines y en 2000 ya era la primera capitana de origen hispano de la empresa. Hoy vive en Miami Springs, Florida, con su esposo Frederick, un piloto retirado, y tiene dos hijos. Su hermano, Walter, también es piloto de American y entró a la compañía once años después que ella.

- Se podría decir que ser piloto representa una posición de cierto poder. ¿Cómo se maneja el ego estando en esa situación, siendo responsable por todos esos pasajeros?

-Para mí no pasa por una cuestión de poder, sino de responsabilidad. La ley dicta que soy responsable por los pasajeros, la tripulación y todo lo que contiene un avión que vale casi 300 millones de dólares. La mejor forma de ejercer el poder es cuando todos saben que vos estás capacitada para la tarea que estás haciendo. Pero no hay que insistir demasiado en ese punto, no hace falta forzar ese rol. Es cierto que a veces tenés que ser más estricto, pero a mí siempre me ha quedado claro que el respeto se gana, no se merece".