Veteranos de Malvinas no estarán en el acto del 2 de abril en disconformidad con el reconocimiento como "héroes" a soldados continentales

La Asociación de Veteranos de la Guerra de Malvinas no participará del acto oficial convocado por la Municipalidad de San Pedro para el próximo 2 de Abril.  El presidente de la entidad, Javier Saucedo, reconoció en "Equipo de Radio" que la decisión se tomó "con mucha tristeza" y "en disconformidad a algo sistemático de la política que es el manoteo de nuestra simbología y cosas muy puras de los argentinos, como las consideramos nosotros".

Carta de la familia Gomila a las autoridades de seguridad

La nota que publicamos a continuación fue enviada a las autoridades policiales y políticas de seguridad que participaron en la noche del viernes de una reunión sobre inseguridad rural. 

El 8 de septiembre de 1856 se fundó la primera colonia agrícola argentina que se llamó Esperanza, en la Provincia de Santa Fe, por ello se celebra en dicha fecha el Día del Agricultor. El 28 de agosto de 1944, por decreto Nº 23.317, el gobierno argentino instituyó este día, considerando “que la fundación de la primera colonia agrícola, el 8 de septiembre de 1856, marca una fecha decisiva en el desarrollo de nuestra agricultura”. En este día se rinde homenaje a todos los productores agropecuarios del país que con su trabajo y su esfuerzo construyen la grandeza de nuestra patria que tiene, en la agricultura, una de sus principales fuentes de desarrollo. 


Debemos reiterar nuestro pedido de disculpas por no poder estar hoy presentes físicamente. Reciban nuestro saludo afectuoso y nuestro acompañamiento cercano. Se ha elegido, tal vez por una causal casualidad, una particular fecha de reunión; como expresa el párrafo introductorio es hoy el “Día del Agricultor”. Y queremos hacer uso de esta efeméride para volver a dejar en claro, como lo hemos hecho en cada declaración o escrito, que la agricultura no es una mera actividad económica sino un modo de vivir. Y que como personas libres, sujetos de derechos y deberes, debe permitírsenos elegir el modo en que deseamos coexistir.
Es preciso que las autoridades, cualquiera sea su dependencia administrativa o gubernamental, entiendan que amamos la tierra, y que no amamos simplemente el producto que de ella extraemos que en efecto, no es otra cosa que el fruto del amor entre el agricultor y su medio. Es fundamental que interpreten que encontramos en el medio rural un espacio de realización personal, de convivencia pacífica con la naturaleza, de proyección familiar, de defensa de las costumbres y las tradiciones. Es entonces inmediata la necesidad de que aquel derecho, tan simple como es el elegir dónde y cómo vivir, sea garantizado.
No vamos a claudicar en ello aunque las floridas y laboriosas chacras sigan convirtiéndose en taperas abandonadas, porque aún allí, entre los escombros y la yerba mala, sigue vivo el espíritu de la familia rural. No vamos a abandonar nuestras producciones y monitorearlas desde una casa céntrica, y no lo vamos a hacer no por capricho de “hombre atrasado” sino porque el mundo está mirando nuevamente hacia el interior de sus urbes, hacia la esencia de su sociedad. Seremos resistencia en una Argentina que no garantiza vivir seguros y en estado de justicia.
El 6 de febrero de 2016 a fuerza de disparos y una muerte despiadada nuestra familia no pude resistir más. Se destrozó el sueño de los nietos y el anhelo de los abuelos, de permanecer, de innovar pero continuar amando la tierra.
Era de madrugada y los grillos no cantaban…Sonó el teléfono en la casa del pueblo y las escuetas palabras que Ester pronunció sirvieron para saber que había pasado lo temido, lo  pronosticado, lo permitido… El derecho había sido violado. Ariel murió en el acto sin poder entrar a la casa, a la que sí habían ingresaron previamente sin preocupación alguna los delincuentes. Lo que sigue todos lo conocen…
Sí, el dolor es interminable; la impotencia a veces nos domina y la indignación nos desesperanza. Pero si ustedes están allí reunidos es porque el amor también es infinito. No claudiquen. Y a quienes esta noche representan a la autoridad les preguntamos ¿Hasta cuándo? ¿Cuántos robos más? ¿Cuántas violaciones de derechos más? ¿Cuántas vidas más?
Y les re-preguntamos: ¿Están identificadas las chacras rurales del partido dónde aún resisten en trincheras las familias productoras? ¿Qué plan de trabajo en conjunto policial, médico y judicial hay implementado para atender con premura ante la emergencia en el medio rural? ¿Qué iniciativa políticas existen para que los caminos rurales sean siempre transitables? ¿Qué proyectos o programas pueden generarse para expresar la necesidad de recomponer la idea de “campo” como tejido social y accionar políticas tendientes a su estímulo?
No queremos formular más preguntas, queremos encontrar en sus palabras y actos las respuestas…

Familia de Ariel Lido Gomila
(Asesinado en su campo del paraje “El Espinillo” el 6 de febrero de 2016)