Veteranos de Malvinas no estarán en el acto del 2 de abril en disconformidad con el reconocimiento como "héroes" a soldados continentales

La Asociación de Veteranos de la Guerra de Malvinas no participará del acto oficial convocado por la Municipalidad de San Pedro para el próximo 2 de Abril.  El presidente de la entidad, Javier Saucedo, reconoció en "Equipo de Radio" que la decisión se tomó "con mucha tristeza" y "en disconformidad a algo sistemático de la política que es el manoteo de nuestra simbología y cosas muy puras de los argentinos, como las consideramos nosotros".

Comunicado de directivos de escuelas secundarias ante hechos de violencia

Directivos y equipos de conducción de todas las escuelas secundarias de San Pedro emitieron un comunicado solidarizándose con el profesor Alan Ocampo. 

En la nota, expresan su desacuerdo con la violencia generada “tanto a nivel de los adolescentes como de los adultos”. 
Este es el texto completo: 


“En relación a la agresión sufrida por nuestro compañero el Director de la EES N° 8, los Directores de las Escuelas Secundarias de San Pedro nos solidarizamos con él y lamentamos profundamente lo ocurrido, estamos en total desacuerdo con la violencia generada tanto a nivel de los adolescentes como a nivel de los adultos;  a la vez que nos sentimos obligados a sentar nuestra posición ante hechos que nos interpelan y nos comprometen a actuar en cada una de la Instituciones a nuestro cargo.

 Abordar el tema de la convivencia en las escuelas  significa atravesar diferentes concepciones y discursos vigentes y, fundamentalmente, estar dispuestos a debatir y reflexionar acerca de la vivencia cotidiana  de los actores en la escuela.

Estamos en el Tercer Milenio, y la humanidad lejos de haber logrado el equilibrio ansiado, está afectada por severas crisis que se agravan día a día.

Nuestro país, no está ajeno a estos avatares, prueba de ello es la creciente violencia que a diario acontece en todos los sectores de la sociedad en su conjunto y en nuestras escuelas, como organización social que son. Así, los servicios educativos  son la caja de resonancia de esta situación y resisten la influencia de estos factores externos, que afectan su quehacer primordial, incidiendo en las interrelaciones de los actores institucionales. Nos referiremos a hechos que forman parte de la cotidianidad  escolar y que son consecuencia de la violencia y anomia social.

Las situaciones de violencia que se producen por fuera, ingresan a las escuelas sin pedir permiso, conviviendo con aquellas situaciones de conflicto que se generan y son parte de la propia vida escolar. Tanto la violencia  que no fabrica la escuela como  la generada dentro de la escuela, debe ser atendida  debidamente para prevenir que ocurra, ya que  la violencia implica una herida desde el punto de vista social que es necesario reparar.

Es común en la sociedad en general y en los medios de comunicación en particular,  que las situaciones de violencia preocupen y alarmen más cuando suceden en las escuelas que cuando ocurren en otros escenarios, ya que la escuela es percibida como un espacio de encuentro, contención y cuidado de los niños, adolescentes y jóvenes.

Espacio éste, que no está exento de conflictos, por lo que nuestra responsabilidad está centrada en  enseñar y aprender a resolverlos  de modo pacífico. El conflicto es inevitable, ya que es inherente a la condición humana; de lo que se trata es de actuar para que éste no derive en situaciones que tengamos que lamentar.

La escuela debe ser el lugar de la palabra y de la relación dialógica; cuando ésta se pierde se genera violencia. Debemos comprender el fenómeno y reconstruir y reconstituir la palabra. Una escuela en la que todos los actores toman la palabra tiene mejores condiciones para no producir situaciones de violencia física, material y simbólica. Y cuando decimos todos los actores nos referimos a docentes, alumnos y padres; porque no es posible contribuir a la formación si Escuela y Familia están disociadas.

Los directores de escuelas secundarias estamos plenamente convencidos de que los desencuentros entre Escuela y Familia contribuyen a que la violencia se agrave, se naturalice, se transforme en un modo nocivo de comunicación que a ninguno, y en especial a los alumnos-hijos, favorece. Es por esto que es necesario que la escuela y la familia estén y actúen juntos en pos del bien de lo más preciado para ambos: los niños, adolescentes y jóvenes.

Si los adultos, todos, no asumimos la responsabilidad de mostrar un mundo mejor a nuestros jóvenes, sólo nos quedará lamentar lo que ocurra.

               

Firmado: Equipos de Conducción de EES 1, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11,12,13,14, 15,16,17,18, EEM 2, EESA 1, EET 1.”