Brenda Rojas se clasificó a los Juegos Olímpicos de París

Brenda en Tokio, durante los últimos JJOO  La sampedrina Brenda Rojas logró clasificar para los Juegos de París 2024, su tercera cita olímpica consecutiva.  Este mediodía se consagró campeona del K1 500 m en el Panamericano y Preolímpico de Sarasota, Florida, Estados Unidos, superando a la brasileña Ana Paula Vergutz. 

El orden o el ORDEN (por Eduardo Campos)



Eran las 9:40 del jueves cuando un automóvil Renault “Logan”, gris metalizado, estacionaba sobre Carlos Pellegrini, frente al Registro del Automotor.

De él descendió un hombre que, al acercarse el chico que cobraba el estacionamiento medido, se puso firme y le dijo: “soy remís y enseguida salgo”

El chico se alejó y el supuesto remisero, con pícara sonrisa como buscando complicidad, le señaló a otro automovilista que se encontraba detrás: “Y… alguna trampita hay que hacer”


Quienes cobran el estacionamiento medido deberían tener un seguro de riesgo. Varios han sido trompeados y ni hablar de insultos por parte de los que se dicen buenos. Siempre se comenta que toda persona tiene su precio. Lo curioso es observar cuánta gente en San Pedro vale 3 pesos.

Esta escena que pude observar personalmente por encontrarme a metros, me permite disparar un comentario sobre los mensajes de texto que, a diario, llegan a los medios de comunicación.

Si uno metiera todos estos mensajitos en una olla obtendría un solo resultado: “Pedido de orden”.Todos quieren que haya orden y lo quieren ya.

En realidad nunca tuve claro que tipo de orden pide la gente. Si es el orden de que todo esté ordenado o, en cambio, piden ORDEN (que ya todos sabemos de qué se trata.

Temo que lo que se pide en los mensajitos que llegan a los medios sea el ORDEN. ¿Por qué?

Porque “lo facho” chorrea en el 90 por ciento de ellos. Cuando piden ORDEN en realidad están pidiendo “Seguridad”. ¿Cuál seguridad? ¿La que dan los planes de ayuda y subsistencia para los sectores más marginados? No, para nada. De eso también están en contra. Piden ORDEN que es otra cosa muy diferente.

Pero, paradójicamente, por otro lado nadie quiere observar el mínimo respeto por las cosas establecidas, se trate de hábitos o disposiciones que lleven a una sociedad ordenada.Lo del estacionamiento medido es anecdótico y sirve solo como ejemplo de un sinfín de cosas por el estilo.

Actualmente se halla en vigencia una ordenanza municipal prohibiendo la poda del arbolado público. Se trata de la Ordenanza 5525, cuyo texto es ampliamente difundido por los medios. Bueno, bien gracias, se tala y se poda como si nada.

Evidentemente para esto no correría el orden que piden los mensajitos.

Pero parece ser que para estacionar en doble fila tampoco.
O sobre línea amarilla.
O con música a todo volumen.
O dejar pila de basura en los bulevares.
O barrer las hojas a las bocas de tormenta.
O tirar bolsas de basura en esas mismas bocas. (Esto permite luego mandar mensajitos porque los desagües están tapados y quejarse porque la Municipalidad no hace nada)
O llenar las plazas y caminos de basura. (Siempre de noche, por supuesto, subrepticiamente para que nadie nos vea)
O tirar la basura en el terreno del vecino.
O tener un terreno lleno de yuyos y criar ratones para todo el barrio.
O pasar en rojo.
O andar con una carrada de chicos sobre un ciclomotor. (A veces en contramano, como si nada)
O motos y ciclomotores haciendo contraexplosiones.
O para talar árboles con el pretexto que rompen la vereda y dejar, luego, la vereda rota y el tocón del árbol durante años.
O tirar el agua a la calle.

Recuerdo que, hace ya algunos años, a partir de la instalación de cámaras que servían para detectar infracciones de tránsito en Capital y autopistas, (las célebres “fotomultas”), un alto número de automóviles comenzaron a circular con las chapas patente adulteradas en una gran cantidad de formas: un colgajo que asomaba misteriosamente del baúl y tapaba una letra o número, un compact incrustado detrás de uno de los tornillos de la chapa, una salpicadura de barro que, curiosamente, tapaba una letra o número, o un toque de pintura negra que transformaba un 3 en un 8, la misma patente arqueada, doblada sobre sí misma, una placa semitransparente cubriendo la patente o el código alfanumérico lijado e irreconocible.

Vale decir que hubo un montón de gente que ni se le pasó por la cabeza que debía respetar las normas de tránsito y, en cambio, se esmeró para ver como las podía violar. Como los perros que esconden el rabo entre las piernas para evitar que los otros perros lo identifiquen, muchos automovilistas ocultaban su identidad.   

Ahora bien, volviendo a la lista anterior ¿Por qué tenemos esta realidad en San Pedro?

Estimo (y temo) que sea responsabilidad pura y plena de la clase dirigente que hemos tenido en muchos años, y que no ha sabido hacer ni hacerse respetar.

¿Las causas? Pueden hallarse en el abanico de cosas que van desde la ineptitud a la corrupción. Es más, podemos ponerle nombre y apellido a cada una de esas miserias.

Muchos de los que han pasado por la función pública zafan porque nuestra gente suele ser fuerte con los débiles y débil con los fuertes, de ahí que el pobre sea nuestra presa preferida y el que tiene poder zafe siempre.

Pero nuestra dirigencia no salió de un repollo sino de una sociedad que se ha especializado en violar todo tipo de ordenanzas o costumbres.

Sin ir más lejos el caso de un árbol talado en una esquina, poco más de un año atrás, en la intersección de dos calles céntricas(y que diera mucho que hablar) fue hecho por alguien alguna vez candidato a diputado o senador por un partido político que teníaal ORDEN como un mandamiento.

“Lo hice porque se me cantó” le espetó al funcionario municipal que le pidió explicaciones, agregando luego: “Háganme la multa, total, tengo un amigo en funciones que me la va a eliminar”.

Imagina usted qué respeto podría llegar a tener por las leyes esa persona en un cargo público,cuando no respeta las mínimas ordenanzas municipales que hacen a la convivencia ciudadana.   

Quienes piden ORDEN lo hacen SOLO por la inseguridad. Jamás por el resto de cosas que también son tan o más importantesque ella. El tránsito nomás se lleva en un año muchas más vidas que las que podría arrebatar la inseguridad en décadas.

Quienes aspiran a gobernar la ciudad deberán ponerse firmes, ordenar el funcionamiento desde el tránsito hasta la seguridad, pasando por todos los malos hábitos que tenemos y que deben ser corregidos. Porque, como dice el subtítulo de un programa de NatGeo, sobre Drogas, Mercado Negro, Corrupción y otras lacras “Esto es posible solo cuando quienes deben controlarlo se ensucian las manos”.  


                                                                              EDUARDO CAMPOS