Baradero: Destruyeron 70 caños de escapes no reglamentarios secuestrados

El intendente de Baradero Esteban Sanzio participó este jueves de la destrucción de 70 caños de escape no reglamentarios que fueron secuestrados por personal de Tránsito de la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana del Municipio de Baradero.  Los caños de escape no homologados que fueron destruídos en la jornada de hoy habían sido secuestrados de motovehículos estacionados en la vía pública (en cumplimiento con la Ordenanza 4758/13) o bien en los operativos de control vehicular realizados en distintos puntos de la ciudad. En aquellos casos en que los conductores de los vehículos pudieron acreditar la propiedad sobre el mismo y colocarle el caño de escape original a la moto, la misma fue entregada, secuestrándose solo la pieza no original. 

Trabajo esclavo: pagaron parte de lo adeudado con dinero secuestrado en las oficinas de la empresa

Renatea y la Dirección de Orientación, Acompañamiento y Protección a la Víctima (Dovic) trabajan en la elaboración de un patrocinio jurídico legal para que las victimas de trabajo esclavo rescatadas en San Pedro puedan ser resarcidas económicamente. 
En tanto, una importante cifra de dinero secuestrado durante un allanamiento en las oficinas comerciales de la empresa denunciada, fue repartido entre los damnificados, por disposición del Juez de la causa, como pago parcial del monto adeudado. 

 Más de 50 personas fueron detectadas en pésimas condiciones en una finca dedicada a la cosecha de arándanos, el martes pasado, durante un allanamiento realizado por la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), a cargo de Marcelo Colombo. 
También trabajó la Fiscalía Federal de San Nicolás, a cargo del Dr. Matías Di Lello. Las víctimas, oriundas de la provincia de Santiago del Estero, arribaron con la promesa de un pago de $200 por día por juntar entre 50 y 75 bandejas de fruta. Sin embargo, ese promedio resultaba imposible dado que llegaban a recolectar entre 5 y 10 bandejas por jornada y por ende jamás les pagaron la remuneración prometida. 
Las víctimas vivían en el mismo lugar donde trabajaban sin gas, ni heladera y en condiciones de hacinamiento. Según sus declaraciones, les retuvieron los documentos apenas arribaron al predio, les proveían un promedio de apenas 5 kilos de carne para las 50 personas y había días el los que ni siquiera tenían comida para el desayuno. Cuando comían, los encargados descontaban $30 por día a cada uno y las personas explotadas debían cocinar a leña, lo que provocó dolencias físicas en quienes estaban encargados de esa tarea. 
El lugar solamente contaba con tres baños para los trabajadores y no les suministraban los elementos de higiene necesarios. Además, tanto el galpón en el que dormían como el comedor se inundaban con cada lluvia. 
La investigación se originó a partir de un informe que envió el Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (Renatea) a la Protex, que a su vez remitió los datos a la Fiscalía Federal de San Nicolás, a cargo de Matias Di Lello, para coordinar el operativo con Gendarmería y el Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas del Delito de Trata. 
Mientras la Fiscalía, con la colaboración de Protex, realizaba la recepción de los testimonios de las víctimas, dos trabajadores sociales de la Dirección de Orientación, Acompañamiento y Protección a Víctimas (DOVIC) asistieron al resto de los trabajadores y gestionaron los reclamos laborales junto al Renatea.